Si crees que las
armaduras eran sólo para los caballeros medievales, echa un vistazo a algunos
dinosaurios acorazados, que desarrollaron su propia armadura para resguardarse
de los peligros. Tenían cientos de placas óseas soldadas a la piel. Se cree
que algunos, tenían hasta un millar de ellas.
Los expertos creían
que sólo tenían armadura los anquilosaurios. Pero en 1.980 cambiaron de
opinión cuando se encontró un saurópodo acorazado, al que se llamó Saltasaurus.