INTRODUCCIÓN
América del Sur es un subcontinente
rodeado por el mar excepto en una franja de tierra que lo une a América del
Norte. Se han encontrado rastros de huellas en el norte de Colombia, en
Argentina y en Chile. No se ha encontrado nada en las profundidades de la
Amazonia, pero sí se han descubierto huellas y huesos en los elevados Andes
de más al oeste. En 1990 se conocían más de tres docenas de géneros,
provenientes de cuatro países. Todos excepto uno pasaron por Argentina. Su
paisaje es asombrosamente variado e incluye selvas tropicales, praderas,
etc...
Al principio de la Era de los Dinosaurios,
Sudamérica no estaba aislada, sino unida a América del Norte, África y la
Antártida, como parte del supercontinente Pangea. Durante el Triásico, el
clima de América del sur era cálido y seco, ideal para los reptiles. Allí
se han encontrado los fósiles más antiguos conocidos hasta hoy. Uno de los
dinosaurios verdaderos más antiguos encontrados hasta ahora es el Herrerasaurus.
Sus fósiles se descubrieron al pie de la cordillera de los Andes. Medía 2
metros y medio de altura y era esbelto y ágil, con cabeza de pájaro.
Sujetaba su presa entre el pulgar y los demás dedos de sus patas delanteras,
provistos de garras. ¿Cómo sabemos que era un dinosaurio? Los huesos de sus
patas encajaban en sus caderas, como en los dinosaurios típicos. Así, se
mantenía en pie con las patas rectas bajo el cuerpo, en lugar de extendidas
hacia los lados. Otros carnívoros primitivos incluían al Eoraptor, de
Argentina, que vivió en la misma época que el Herrerasaurus, y el Staurikosaurus,
de 2 metros de longitud, con largas patas traseras.
Antes del fin del período Triásico
aparecieron los prosaurópodos. Estos dinosaurios tenían el cuello y la cola
largos, y podían caminar sobre dos o cuatro patas. Uno de ellos era el Coloradia,
que vivió en la Patagonia, Argetina. Era mucho más pequeño que el Riojasaurus,
con sus 11 metros de longitud, y dado su enorme peso, casi con seguridad
caminaba a cuatro patas.
Durante el Jurásico, gran parte de
América del Sur estaba cubierta de una exuberante vegetación. En esta
época se formaron pocas rocas, por lo que los fósiles de dinosaurio de
entonces son escasos. A principios del Jurásico, los prosaurópodos
sudamericanos habían evolucionado hasta convertirse en saurópodos
auténticos, como el Antarctosaurus y el Patagosaurus. Al igual
que su famoso primo, el Diplodocus, eran animales enormes de hasta 17
metros de longitud. En Sudamérica también hubo carnívoros durante el
Jurásico. Uno era el Piatnitzkysaurus, muy parecido al Allosaurus
norteamericano, mejor conocido. El Piatnitzysaurus sólo medía un
tercio del tamaño del Allosaurus y tenía gran cabeza, dientes
feroces, fuertes patas traseras, y cortas patas delanteras.
Los fósiles de dinosario de América del
Sur no son tan comunes como los de Norteamérica o Europa. Esto quizá se deba
en parte a que allí no se ha buscado lo suficiente o en el lugar correcto.
Los fósiles hallados hasta ahora son importantes. Sugieren que en Sudamérica
vivieron los grupos más importantes de dinosaurios.
Cuando empezó en período Cretácico, los
mares se elevaron y convirtieron América del Sur en una gran isla cubierta
por vastas tierras desérticas y por matorrales. En esta época se formaron
rocas que contienen fósiles. Fósiles de dinosaurios se han encontrado en
Argentina, Brasil, Perú, Chile, Uruguay y Colombia.
Normalmente, cuando se encuentran placas y
prominencias óseas en el esqueleto de un dinosaurio, significa que es algún
tipo de anquilosaurio. En 1980, se descubrió en Argentina un gran esquqleto
de dinosaurio. Sin la menor duda, era un gran saurópodo parecido al Diplodocus,
pero estaba cubierto por hileras de protuberancias óseas. Las ideas sobre la
coraza de los dinosaurios tuvieron que cambiar. Los científicos llamaron a
este saurópodo Saltasaurus. Podía usar su larga y flexible cola como
una tercera pata y mantener el equilibrio cuando se incorporaba sobre las
patas traseras para alcanzar las hojas de las copas de los árboles.
En América del Sur había muchos miembros
de otros tipos de dinosaurios. El Loncosaurus era un Hipsilofodóntido
que vivió durante el Cretácico. Este herbívoro de mediano tamaño tenía
fuertes patas traseras y una boca pequeña en forma de pico con diferentes
tipos de dientes. El Secernosaurus, de Argentina, era un dinosaurio con
pico de pato. Casi todos los demás hadrosaurios vivieron en América del
Norte y el este de Asia. Quizá llehgo a América del Sur nadando a través de
un rosario de islas.
El Noasaurus era un pequeño
terópodo que vivió en Argentina hace unos 70 millones de años. Sus
fragmentos fósiles incluyen una mandíbula con dientes de sierra y una gran
garra como la del Dromaeosaurus norteamericano. El Carnotaurus
era un carnívoro mucho mayor. Al parecer, estaba emparentado con el Tyrannosaurus rex. El Carnotaurus tenía un cuerno sobre cada órbita y filas de
protuberancias óseas por todo el cuerpo. En proporción a su tamaño, sus
patas delanteras eran incluso más pequeñas que las del Tyrannosaurus rex.
¿Por qué eran tan cortas las patas delanteras del Carnotaurus? Quizá
no las necesitaba más largas. Los dinosaurios cambiaron mucho con el tiempo.
Si alguno no necesitaba las patas delanteras largas, irían disminuyendo a
mediada que la especie evolucionaba. Los buscadores de fósiles siguen
descubrierndo nuevas pistas sobre los dinosaurios Sudamericanos.
ARGENTINA
Los dinosaurios fósiles de Argentina son
de todos los tres períodos mesozoicos. El Pisanosaurus figura entre
los ornistiquios más primitivos del mundo. El carnosaurio Piatnitzkysaurus,
y los saurópodos Patagosaurus y Volkemeria vivieron en el
Jurásico superior. En el Cretácico superior, los saurópodos y otros
dinosaurios vagaron por tierras bajas y calurosas, con ríos donde peces
pulmonados, cocodrilos y tortugas nadaban. Los descubrimientos argentinos más
destacados incluyen el abelisáurido con cabeza de toro Carnotaurus, el
noasáurido Noasaurus, el titanosáurido acorazado Saltasaurus,
la pequeña cría del Prosaurópodo Mussaurus, los hadrosáuridos Kritosaurus
y Secernosaurus, y el posiblemente protoceratópsido, el Notoceratops.
Estos tres últimos migraron indirectamente por Norteamérica antes de
quedarse en Sudamérica, que se separó de todos los continentes y se
transformó en una isla.
Los descubrimientos en Argentina empezaron
en 1882. Ganaron velocidad de acuerdo con Carlos y Florentino Ameghino. Por la
década de 1980 excavaciones sistemáticas pasaron por paleontólogos con
experiencia como José Bonaparte. Más fósiles habían venido de el oeste y
del sur, especialmente de la gran región al sur de pradera y semidersierto,
Patagonia.
BRASIL
En el sur de Basil se han hallado algunos
de los dinosaurios fósiles más antiguos que los encontrados en otra parte.
En la década de 1920, el científico alemán Friedrich von Huene desenterró
los fósiles de un posible saurópodo en barrancos de rocas del Triásico
cerca de Santa María. Después, en la misma área se encontró el indudable
carnívoro del Triásico medio Staurikosaurus. Desde Bauru en el
sudoeste de San Pablo vinieron los restos de un saurópodo descubiertos por el
oficial geológico de inspección argentino Llewellyn Price. Los saurópodos
brasileños incluyen el titanosáurido Antarctosaurus.
CHILE
Aquí se ha hallado el saurópodo Antarctosaurus
y un terópodo.
COLOMBIA
Se han encontrado los huesos de saurópodo
y un diente de terópodo.
PERÚ
Los restos de un dinosaurio de aquí
proceden de un lago de una montaña de los Andes llamado Laguna Umayo, en el
sur de Perú.
URUGUAY
Los descubrimientos incluyen los
saurópodos titanosáuridos del Cretácico superior Antarctosaurus, Argyrosaurus
y Titanosaurus.