Mosasaurios
Los voraces
cazadores marinos de finales del período Cretácico no eran peces, sino
reptiles. Los Mosasaurios evolucionaron a partir de un animal parecido al
actual varano llamado Opetisaurus, hasta convertirse en monstruos muy
enormes.
Clidastes: Fue
uno de los primeros Mosasaurios y el más pequeño de la familia. Una longitud
de 3 metros y medio, un cuerpo esbelto y una cabeza estrecha lo hacía
aerodinámico. Era un nadador rápido, con una cola delgada que terminaba en una
ancha aleta. Las aletas de estos animales no eran demasiado palmeadas, lo que
hace suponer que no eran muy diestros maniobrando en el agua.
Platecarpus:
Fue otro de los primeros Mosasaruios, tenía el tamaño de una orca, 4 metros.
Con sus aletas membranosas y su cola aplanada, se desplazaba por el agua
serpenteando. Comía peces y calamares que atrapaba con sus dientes cortantes.
Plotosaurus:
Significa reptil nadador. Vivía en los mares que antaño cubrieron el
actual estado Norteamericano de California. Se impulsaba dando enérgicos
bandazos a derecha a izquierda con su ancha cola. Unas sólidas aletas le
servían de timón. Los pulmones tenían gran capacidad y le permitían perseguir
a cualquier presa que se cruzara en su camino.
Tylosaurus: De
haberlo visto vivo, mientras nadaba a ras del agua, no hubiéramos dudado de
que era la encarnación de la legendaria serpiente de mar. En realidad, era un
lagartazo adaptado a la vida acuática: las narices en la punta del hocico, los
miembros transformados en aletas, con los los que nadaba a gran
velocidad, potente cola, para empujar y dirigir y una larga y alta cresta en
el dorso. Debía de salir fuera del agua para respirar aire. Tenía el tamaño de
una ballena de mediana talla, del doble de la actual orca, y era el más
agresivo, batallador y feroz depredador marino de su tiempo. Atacaba y
devoraba peces de todas clases, incluso los más feroces, y cualquier clase de
criatura acuática que se le pusiese a tiro: engullía incluso a los ammonites,
tras haber despedazado con los dientes su concha en espiral. En fin, el
tilosaurio, perteneciente al grupo, que pululaban por el Cretácico superior,
era realmente el terror de los mares, un depredador irreducible. Los
tilosaurios eran tan voraces que atacaban a individuos de su misma especie.
Combatían entre sí para disputarse las presas cazadas. Las hembras de estos
reptiles eran vivíparas y probablemente depositaban a los hijos en las aguas
dulces subiendo por el curso de los ríos. El mayor de los descendientes de los
mosasaurios,
es el varano de Comodo que alcanza hasta 3 metros y medio de
longitud, dimensiones modestas comparadas con los enormes lagartos del pasado.
Medía 8 metros de largo, quizá algo más.
Hainosaurus: Es
muy probable de que fuera un depredador asesino. Su tamaño superaba al del
Tyrannosaurus rex, el dinosaurio carnívoro más grande, que llegó a
alcanzar los 14 metros de longitud. Debió de comer mucho para obtener toda la
energía que necesitaba. Como los tiburones actuales, este animal mudaba los
dientes periódicamente. Además tenía una dentadura adicional en el paladar,
que actuaba a modo de trampa para los peces desprevenidos.
Mosasaurus:
Significa reptil de Meuse. Lo primero que encontraron de la pista de un
Mosasaurio fue inmensa mandíbula. Este descubrimiento tuvo lugar en el valle
del río Meuse, en Holanda. El animal fue bautizado con el nombre de este
reptil. Georges Cuvier fue el científico francés que aventuró la idea de que
la mandíbula había pertenecido a una criatura marina extinguida. Cuvier fue
uno de los primeros expertos en manifestar la opinión de que las especies se
extinguían. Gracias a él sabemos que constantemente desaparecen especies de
animales. Desde aquel descubrimiento en Holanda se han hallado muchos otros
fósiles de Mosasaurios en distintas partes del mundo. Parece ser que dominaban
a finales del período Cretácico, las regiones que actualmente están ocupadas
por los mares de América del Norte, África y Nueva Zelanda, así como los de
Europa. Estos hallazgos a nivel mundial han permitido a los científicos saber
con detalle cómo vivían los Mosasaurios. Tenía unas 100 vértebras, cuatro
veces más que las personas. Cada vértebra estaba unida a la siguiente por una
junta articulada, lo que le permitía al animal desplazarse en el agua como una
anguila. Al igual que otros Mosasaurios, tenía unas mandíbulas especiales.
Hacia la mitad de la mandíbula inferior había otra articulación que le
permitía abrir la boca aún más para engullir piezas de grandes dimensiones. La
mandíbula inferior no sólo bajaba más de lo habitual, sino que se movía hacia
los lados.
Puede afirmarse que rara vez mordía algo que no podía
tragar. Los
varanos y las serpientes aún tienen ese tipo de mandíbulas. Las serpientes
pueden tragar ratones enteros de un solo bocado. Fijados en estas mandíbulas
especiales había hileras de dientes curvados hacia atrás, lo suficientemente
afilados para partir cualquier pez. Tenía una longitud de entre 3 metros y
medio y 9 metros. Los más grandes alcanzaban la longitud de tres morsas macho.
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Reptiles marinos
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