Vertebrados
Los vertebrados son un subfilo de animales metazoarios celomados, tripoblásticos, del filo de los cordados, que se distinguen de las formas inferiores de éstos, los procordados, por poseer columna vertebral, arcos viscerales, cráneo y encéfalo diferenciado de la médula espinal. Tienen simetría bilateral, no manifiesta en algunos órganos internos, como en el estómago, páncreas, hígado, etc.; carecen de cavidad peribranquial; el notocordio sólo es persistente en grupos inferiores y poseen una segmentación que se aprecia, sobre todo, en los paquetes musculares de la pared del cuerpo, columna vertebral, costillas, arcos branquiales en los peces, etc. El cuerpo se divide en tres regiones: la cabeza, que contiene el encéfalo, la mayoría de los órganos de los sentidos y la primera parte de los aparatos digestivo y respiratorio, la boca, fosas nasales y faringe; el tronco, ocupado por el celoma y la mayor parte de las vísceras y sostenido por una gran parte de la columna vertebral; y la cola, situada detrás del ano, maciza y muy desarrollada en los vertebrados acuáticos, en los que funciona como principal órgano locomotor. En el tronco hay dos pares de miembros, el torácico o escapular, delante, y el abdominal o pelviano, atrás: de tipo aleta o pterigio en los peces, y de tipo quiridio en los vertebrados tetrápodos; pero sufren modificaciones variadísimas, según sus actividades peculiares: patas cavadoras, saltadoras, prensiles, alas, etc. El plano horizontal que contiene el notocordio divide el cuerpo en una región dorsal, donde está todo el sistema nervioso central, por lo que no hay, pues, collar esofágico, y una región ventral, en la que se hallan el tubo digestivo y, más ventralmente todavía, el corazón. En torno al notocordio aparece una capa esqueletógena que origina las vértebras, cuyos arcos neurales encierran y protegen a la médula espinal. El esqueleto de la cabeza se diferencia en: cráneo, cuyo interior aloja el encéfalo y que presenta tres pares de cápsulas para los órganos de los sentidos, las olfatorias, ópticas, auditivos; y el esqueleto visceral, formado por varios arcos articulados: el mandibular, y el hioideo, salvo en los ciclóstomos, y los branquiales en los peces y en los embriones y larvas de los vertebrados tetrápodos, todos ellos muy modificados en los diferentes grupos. El esqueleto es cartilaginoso en los ciclóstomos y elasmobranquios y óseo en los restántes vertebrados. El sistema nervioso consta de un encéfalo, diferenciado en varias regiones, la más importante de las cuales es, en los vertebrados superiores, el cerebro, y de una médula que recorre todo el tronco incluida en el conducto neural de la columna vertebral. De ambos órganos salen numerosos pares de nervios, que pueden ser cefálicos o raquídeos, y hay también, relacionado con este sistema, otro destinado a regular las funciones vegetativas. El aparato digestivo consta de boca, en posición ventral y provista, excepto en los ciclóstomos, de mandíbulas, faringe, esófago, estómago e intestino, y termina en un ano situado al final de la cara ventral del tronco. La boca tiene, a veces, labios carnosos a veces, pico; el intestino puede terminar en un ensanchamiento o cloaca, donde desembocan también los órganos genitourinarios; el aparato consta, además, de las glándulas productoras de jugos digestivos: gástricas, intestinales, salivales, hígado y páncreas. El aparato circulatorio es cerrado y el corazón, ventral, consta de dos a cuatro cavidades, y en los vertebrados superiores la sangre nevosa y la arterial están completamente separadas; la sangre posee hematíes con hemoglobina, que le da el color rojo característico. El aparato respiratorio, que es branquial en los peces y larvas de anfibios, y pulmonar en las demás formas, se origina, como en todos los cordados, a expensas de la faringe. La parte principal del aparato excretor está constituida por el mesonefros, en los peces y anfibios, y por el metanefros o riñones, en los reptiles aves y mamíferos. Salvo raras excepciones, los vertebrados son unisexuales y, excepto la mayoría de los mamíferos, ovíparos; hay, sin embargo, frecuentes casos de ovoviviparismo. El desarrollo presenta metamorfosis en los peces y anfibios, que carecen de amnios y alantoides, y es directo en los reptiles, aves y mamíferos, que poseen dichos órganos embrionarios. Los dos últimos grupos son homotermos, y los restantes, poiquilotermos. Con excepción de los peces, la piel suele presentar capa córnea, a menudo con formaciones tegumentarias epidérmicas: pelos, plumas, escamas, etc. Todo indica que los vertebrados descienden de cordados parecidos al anfioxo y que los primeros fueron los placodermos del Ordovicio y del Silúrico; los anfibios debieron originarse de peces como los crosopterigios, durante el período Devónico, y los reptiles primitivos, los cotilosaurios, de los anfibios estegocéfalos, en el pérmico. A su vez, dos ramas reptilianas, la de los terápsidos, y una de las del tronco de los tecodontos, evolucionaron para originar, respectivamente, los mamíferos y las aves, en la era Mesozoica. Se reparten los vertebrados en dos secciones, a las que algunos zoólogos conceden la categoría de subfilos: la de los agnatos, sin mandíbulas y que abarca las clases de los ostracodermos fósiles, ciclóstomos y otras extinguidas menos importantes, y la sección de los gnatóstomos, dotados de mandíbulas y que se distribuyen en las clases de los placodermos fósiles, elasmobranquios o condrictios, canictios, teleóstomos u osteictos, anfibios o batracios, reptiles, aves y mamíferos. Las cinco primeras clases forman la antigua clase de los peces, hoy considerada una superclase; las otras cuatro integran la superclase de los vertebrados llamados tetrápodos. El nombre de vertebrados lo introdujo Lamark en la ciencia a principios del siglo XIX; pero en la antigüedad Aristóteles había ya agrupado a todos los vertebrados actuales en su división de los animales provistos de sangre. | |
Parazoos Eumetazoos Radiados Bilaterales Acelomados Pseudocelomados Celomados prostómidos Celomados deuterostómidos |