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Guía de Cine en Casa
5. ELECCIÓN DE LOS ALTAVOCES
PARÁMETROS PARA VALORAR LA CALIDAD DE UNOS ALTAVOCES
Elegir los altavoces adecuados para un
cine en casa puede parecer muy complejo. Hay muchos modelos, argumentos
comerciales en la publicidad y un gran rango de precios en el que
moverse. Es más, existen multitud de productos mediocres en el mercado
que pueden despistar aún más al consumidor poco precavido. Tenemos que
tener siempre en mente la relación calidad/precio.
La única manera de salir de esta situación
es emplear el sentido común. Si se tiene un presupuesto ya calculado de
cuánto se va a invertir en altavoces, cuáles son los que mejor van a la
habitación y el resto del equipo y se tiene la suficiente vista para
identificar cuáles están sobrevalorados y cuáles ofrecen una excelente
calidad de construcción, componentes y prestaciones por un menor precio,
tendremos asegurado un excelente sonido por la suma de dinero más módica
posible.
CÓMO LOCALIZAR UNOS BUENOS
ALTAVOCES
Un camino erróneo sería dejarse
guiar exclusivamente por análisis en revistas especializadas o, en
general, por opiniones de terceros. Los primeros por el lógico interés
que tienen en hablar bien sólo de aquellas empresas que se anuncian en
ellas. Y los segundos porque la mayoría de usuarios finales no han
podido oír un elenco de altavoces lo suficientemente amplio como para
poder aconsejar.
En cambio, un camino acertado es
tratar de indagar a través de Internet webs sobre construcción de
altavoces y, sin fijarse en la parafernalia técnica, ver qué tipo de
componentes y qué construcción tienen los buenos.
La inmensa mayoría de los mejores
fabricantes no fabrican sus propios transductores, sino que los encargan
a proveedores muy especializados en la realización de los mismos.
Algunos marcas de altavoces mencionan en sus especificaciones el país de
procedencia de los transductores e, incluso, el nombre de los
fabricantes que los suministran. Esto es una garantía de calidad, porque
siempre que los mencionen nos están indicando que proceden de unos
suministradores de prestigio. Es más, en muchos altavoces de muy
diferentes precios llegaremos a ver exactamente los mismos
transductores. Una forma de ver si uno es bueno, es observar si
altavoces de precio más caro montan en ese mismo transductor.
Otros parámetros de calidad los dan, como
vimos en anatomía de un
altavoz, otros aspectos de la caja como su calidad de construcción.
Los altavoces verdaderamente buenos tienen recintos pesados, con paredes
de gran grosor y refuerzos internos para evitar su vibración. En otras
palabras, siempre es preferible encontrar información de cómo está
hecho por dentro que simplemente quedarnos con su aspecto externo.
También nos podemos fijar en el filtro
divisor de frecuencias o crossover. En principio hay que olvidarse de
algunos argumentos como "fitros minimalistas". Lógicamente, un gran
número de componentes tiene alguna pega, concretamente la porción de
potencia que absorben del amplificador. Sin embargo, un altavoz muy
estudiado con un filtro complejo apenas dejará variables al azar. Un
altavoz bien filtrado no debería poseer sólo lo mínimo, que son los
cortes de frecuencias y la atenuación de los transductores más
sensibles, sino algunas compensaciones, filtros añadidos o los cortes
más estudiados para conseguir unas mejores respuestas en frecuencia
y en tiempo.
Una buena respuesta en frecuencia
se consigue si la sensibilidad es la misma, o lo más parecida posible,
en todas los puntos concretos del rango que es capaz de cubrir todo el
altavoz. Esto se conoce como una respuesta "plana". Normalmente viene
dado en un margen de dB, que oscila entre +/- 0.5 (los altavoces muy
planos) y un máximo que no debe ser superior a +/- 3 dB. A veces depende
mucho de cómo esté hecha la medida y del suavizado aplicado a la misma
para que este margen de dB sea mayor o menor. Aún así, es un parámetro
con el que no hay que obsesionarse especialmente. Una respuesta plana
únicamente garantiza que el altavoz no tiene "personalidad", es
decir, que el sonido que sale por él es neutro y fiel a lo que hay
grabado en el disco y no ecualiza ni añade nada de su cosecha. Aun así,
ni todos los altavoces que tienen respuesta plana suenan bien, ni todos
los altavoces que suenan bien tienen respuesta plana. Además, varios
altavoces que tienen respuestas planas pueden sonar diferentes, pues ese
es ese puede ser el único parámetro que tengan en común. Por poner un
ejemplo sencillo, no suena igual un altavoz de 2 vías que tenga el corte
de frecuencias más alto (más hacia el tweeter) que más abajo (más hacia
el woofer) aunque la respuesta de ambos sea plana, debido a otros
parámetros como directividad, resonancias de los conos y la cúpula,
admisión de potencia, etc....
Una respuesta temporal adecuada se
logra si los transductores están en fase y no se cancelan unos a otros.
La mayoría de los altavoces tienen invertida la fase de alguno de
los transductores precisamente para evitar las cancelaciones, de modo
que funcionan al revés y suenan mucho peor, especialmente en percusiones
y sonidos similares. Sólo los más estudiados y mejor diseñados, que no
llegan ni a un 5-10% del mercado, los tienen todos los transductores
conectados en fase positiva (es decir, que un semiciclo positivo de
la onda eléctrica equivalga a un movimiento del cono hacia fuera, y
viceversa). Esto se llama "conexión en fase absoluta positiva" o, si se
lee una descripción en inglés, se leería "all drivers connected in
positive absolute phase" o "no out-of-phase drivers". Esta, como hemos
dicho, es una cualidad fundamental si lo que se busca es verdadera
fidelidad. Como es algo difícil de conseguir, los pocos los fabricantes
que lo logran hacen hincapié de ello en las descripciones de los
altavoces.
Por último, los mejores fabricantes de
altavoces ofrecen extensas explicaciones de cómo están hechos sus
productos en sus folletos y sitios web. Otros simplemente dan unas vagas
especificaciones, dejando que una publicidad masiva en los medios haga
el resto. También el tipo texto de la misma es importante. Si es una
larga descripción técnica sobre cómo está hecho y qué lleva el altavoz
dentro, será un buen indicativo. Si simplemente son vagos adjetivos
audiófilos e historias sobre la trayectoria general de la marca, no lo
será tanto.
CUÁNTO HAY QUE GASTAR EN
ALTAVOCES
Es un tópico muy extendido insinuar
que la calidad depende especialmente de la fuente de sonido, y que unos
altavoces simplemente tratan de reproducir lo que les llega. En otras
palabras, a veces se dice que si unos altavoces buenos reciben su sonido
de lector de CD o una amplificación poco refinados, no sonarán bien.
Esto es cierto, pero falso a la vez.
Con esto no se quiere decir que todo lo que viene antes de los altavoces
no sea importante. Lo que nos referimos exactamente, es que las
diferencias de sonido existentes entre altavoces, incluso del mismo
precio, pueden ser enormes y, por ello, pueden llegar a eclipsar (de
hecho, lo hacen) a las diferencias que hay entre electrónicas. En otras
palabras, el resultado global es que unos buenos altavoces conectado a
una electrónica sin grandes pretensiones siempre sonará mejor que una
buena electrónica conectada a unos malos altavoces. Todo ello sin
mencionar la acústica de la sala ( ver
Introducción
al acondicionamiento acústico) que, junto a los altavoces y la
propia calidad de lo que hay grabado en el disco, son los tres pilares
que más dictan la calidad de sonido resultante.
Si lo que se busca es verdadera calidad de
sonido, el pilar que rodea un cine en casa son la acústica y los
altavoces. La electrónica de amplificación hay que elegirla en torno a
los mismos, no al contrario. Quitando el precio de la pantalla LCD/Plasma
o el proyector, si nos quedamos sólo con estos tres elementos: lector
DVD/Blu-ray, receptor A/V y altavoces, sin duda estos últimos
deberían igualar, e incluso superar, las dos terceras partes de todo el
presupuesto.
Finalmente diremos que, si queremos
conseguir una calidad de sonido en audio multicanal equivalente a unos
altavoces estéreo de, por ejemplo, 500€ la pareja por decir una cifra,
obviamente tendremos que elegir un conjunto de 6 altavoces que supere
bastante esa cifra para intentar conseguir una calidad equivalente. Un
ejemplo parecido ya se comentó en
Elección de la electrónica de
procesado y amplificación. Un receptor A/V que quiera conseguir una
calidad de sonido comparable a un amplificador integrado estéreo de
500€, debería costar muchísima más que esa cantidad, puesto que, por el
mismo dinero, nos están dando procesador de audio, vídeo, previo,
sintonizador de radio, 5 etapas de potencia... y obviamente por separado
equivalen a aparatos de mucho menos precio.
ELEGIR UNOS ALTAVOCES
ADECUADOS PARA LA SALA Y EL EQUIPO
Recordemos lo visto en la introducción de
Elección de los altavoces lo
que se vio sobre los llamados packs "todo en uno", que ofrecen cosa
excepto tener un verdadero cine en casa. Es conveniente rebuscar un poco
y, por el mismo precio que esos packs o sólo un poco superior, ya
podemos encontrar satélites de 2 vías dignos o monitores pequeños junto
con un subwoofer bien construido, que dan una calidad bastante mejor.
También hay que tener en cuenta y releer
lo visto en
Receptor
A/V: Sección etapas de potencia, cuando hablábamos de
sensibilidades, tamaños de sala y potencia necesaria. Aprovechamos para
comentar el tema de la potencia máxima admitida para un altavoz. Es
difícil que un fabricante de altavoces de la potencia máxima que da un
altavoz, puesto que es un dato complejo de medir y que depende de muchos
factores. Siempre leeremos algo parecido a "potencia recomendada", donde
nos dan un margen de W desde un mínimo a un máximo. Un altavoz muy
eficiente tendrá el límite inferior muy bajo. Y un altavoz con buenos
y/o sobredimensionados componentes tendrá el límite superior muy alto.
Pero esto es sólo orientativo. Al
contrario de lo que se cree a veces, es bastante más fácil dañar un
altavoz de 150W de potencia máxima recomendada con un receptor de 80W
por canal que con uno de 200W. Los transductores como las piezas del
filtro divisor de frecuencias tienen una potencia máxima instantánea
mucho mayor que la potencia recomendada, de modo que absorben sin
demasiadas dificultades los picos dinámicos que dan un amplificador más
potente. Sin embargo, recordando también lo que se vio en
Receptor
A/V: Sección etapas de potencia, un amplificador de 80W llegado a su
límite, comienza a recortar la señal, de modo que la onda empieza a
"cuadrarse" (esto recordemos que se denomina clipear o hacer "clipping").
Esta onda cuadrada tiene infinitos armónicos y, por tanto, una energía
muy alta, de modo que ese amplificador de menos potencia daña los
altavoces más fácilmente que si fueran simplemente picos de uno más
potente. Por ello, es mejor elegir altavoces por su calidad de
componentes, construcción, diseño y sonido, teniendo el parámetro de la
potencia máxima recomendada como simple orientación.
Otro tema es el de la impedancia nominal,
marcada en ohmios. Recordemos que los altavoces tienen una resistencia
que varía con la frecuencia. La impedancia nominal normalmente es un
valor 10-20% superior al mínimo que alcanza en el rango de frecuencias
que cubre el altavoz. Es decir, un altavoz de 8 ohmios de impedancia
nominal, es porque tiene valores que pueden oscilar entre 7.6 mínimos y
picos máximos de 20-30 ohmios. Estos picos suelen darse en bajas
frecuencias, debido a los picos de impedancia que tienen los woofers.
Aunque el estándar comúnmente aceptado son
8 ohmios, la realidad es que hoy día la mayoría de altavoces de alta
fidelidad tienen de impedancia nominal 4 ohmios. Y es cierto que hay
algunos amplificadores que no funcionan correctamente con impedancias
tan bajas. Por ello, es recomendable elegir un receptor A/V o etapas de
potencia multicanal lo suficientemente bien diseñadas para que puedan
manejar esas impedancias, no al contrario. En otras palabras, un mal
amplificador que no vaya bien con altavoces de 4 ohmios, dejará al
usuario su elección de las cajas limitada a sólo unos cuantos modelos de
6 u 8 ohmios.
Algunos receptores A/V tienen ajuste de
altavoces de 4 u 8 ohmios en el menú OSD (Recordamos que hablamos
extensamente de estos menús en
Receptor A/V: Sección procesador de audio multicanal). En ese caso
debemos seleccionar siempre el valor inferior que sea al nominal de los
altavoces. Es decir, si tenemos unos altavoces de 6 ohmios de impedancia
nominal, tenemos que configurarlo como 4 ohmios, no como 8.
Finalmente comentaremos algo sobre el tipo
de altavoces necesarios. Recordemos que en
elección de anal central,
elección de canales
principales o delanteros,
elección de subwoofer
y elección de canales
traseros o surround indicábamos los pros y contras del tipo de
altavoces que existían, así como su tamaño respecto al de la sala. Unos
altavoces excesivamente pequeños para una sala grande no resulta
adecuado, primero su sonido no consigue llenarla y segundo porque, si lo
intentamos subiendo el volumen, los podríamos dañar. Y unos altavoces
grandes en una sala pequeña, nos daría bastantes problemas acústicos,
sobre todo en bajas frecuencias, de modo que obtendríamos un sonido más
impreciso y falto de fidelidad que si fueran unos altavoces pequeños.
Los apartados sobre
Colocación del canal central,
Colocación de los
canales principales,
Colocación del subwoofer y
Colocación de los canales
traseros también pueden dar más pistas de qué tipo de altavoces son
los idóneos, así como todo lo visto en
Anatomía de un altavoz.
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