|  | Guía de Cine en Casa
5. ELECCIÓN DE LOS ALTAVOCES
									ALTAVOZ CENTRAL No tiene otros 
									nombres, se le conoce como canal o altavoz 
									central. Hasta hace no mucho, no se le ha 
									dado la importancia que merecía. Por este 
									canal sale un importantísimo porcentaje de 
									toda la banda sonora de la película, 
									incluyendo casi todo el diálogo, muchos 
									efectos, y parte de la música. Suele tener 
									una forma alargada (poca altura y muy 
									anchos), y siempre va montado (o debería) 
									encima o debajo del dispositivo de 
									visualización, aunque también se ve en otras 
									posiciones más peculiares y no siempre 
									acústicamente recomendables, como integrado 
									en la pared o, en un sistema de proyección 
									de vídeo, colocado detrás de una pantalla 
									"acústicamente transparente". El motivo por el que es necesario este 
		canal se explica en el artículo que escribimos hace unos años Historia del Home Theater. 
		Básicamente viene a contar que (aunque en un Cine en Casa dispongamos de 
		un canal izquierdo y derecho delanteros) si no tenemos canal central, 
		solamente la persona que esté sentada exactamente a la misma distancia 
		de los dos (en el centro) será capaz de oír los sonidos saliendo 
		verdaderamente de entre lo dos altavoces, que es donde está colocado el 
		dispositivo de visualización (recordemos que esto era una forma de 
		llamar a la TV o la pantalla de proyección) y, de ese modo, asociar los 
		diálogos a las caras que vemos y darle mayor credibilidad al hacernos 
		creer que salen de ellas. Del mismo modo, sólo el que está sentado en el 
		centro podría oír correctamente los "paneos", por ejemplo el 
		ruido del motor de un coche yendo de la izquierda a la derecha pasando 
		por delante de nosotros. Aprovecharemos para recordar que un dos 
		simples canales en una configuración estéreo son capaces de hacer, sin 
		ningún problema siempre y cuando estemos sentados en el centro de ellos, 
		una imagen sonora procedente de una fuente puntual situada entre ellos 
		dos. Al igual que el hecho de tener dos ojos nos ayuda a calcular mejor 
		las distancias a los diferentes objetos, el tener dos oídos nos 
		posibilita poder colocar en el espacio con los ojos cerrados dónde está 
		ubicada una fuente de sonido. Esto el cerebro lo hace interpretando la 
		diferencia de tiempo que tarda en llegar el sonido a uno y el otro oído. 
		Un sonido en el mundo real que esté produciéndose delante de nosotros 
		llegará simultáneamente a ambos oídos. Del mismo modo, dos altavoces que 
		reproduzcan el mismo sonido enviarán las mismas señales a ambos oídos, 
		haciendo creer que el sonido está justo enfrente de nosotros. Un 
		problema que puede asociarse a esto, es que el cerebro tiene que estar 
		constantemente reconstruyendo esa sensación de imagen central. Por ello, 
		hay quien dice que el canal central también sirve para evitar lo que se 
		denomina fatiga auditiva, así como posibles distracciones por parte 
		nuestra. Para evitar todos los problemas comentados 
		en los dos párrafos anteriores, se añadió el denominado canal central. 
		De este modo,  quien esté sentado a la izquierda o derecha también 
		pueda oír todo lo comentado, incluso los que estén situados al borde del 
		sofá. Asimismo, aunque por ejemplo estemos situados relativamente cerca 
		del altavoz delantero izquierdo, la presencia de un canal central 
		evitará que todo el sonido se nos colapse hacia ese mismo lado. Y 
		finalmente, concretamente en altavoces de baja calidad, un canal central 
		ayudaría a reducir la carga a los canales izquierdo y derecho, 
		repartiéndose el sonido de dos en tres altavoces, ofreciendo así un 
		sonido más claro. 
			¿Qué son los modos del canal 
			central Phantom, Wide y Normal?
			Es posible prescindir del canal central 
			en un equipo de Cine en Casa, pero es una opción poco recomendable 
			dado el gran "agujero" de sonido que se produciría en la escena 
			sonora en caso de no estar sentados perfectamente centrados entre 
			los dos canales principales. Para ello hay que poner el canal 
			central en modo "Phantom" o "None", en ese caso su sonido se 
			redistribuye entre los dos altavoces delanteros. Además, los receptores A/V ofrecen 
			otros dos ajustes relacionados con el canal central: "Wide" y 
			"Normal". Ambos afectan al rango de frecuencias de audio que se 
			envía al altavoz central. Cuando se cambia a "Wide" o "Large", el 
			receptor envía al canal central todo el rango completo. Sin embargo 
			en "Normal" o "Small", se filtran paso-alto las frecuencias más 
			bajas, es decir, se suprimen, con el fin de evitar la sobrecarga del 
			mismo, dado que a bajas frecuencias es cuando los conos alcanzan su 
			máximo recorrido. 
				
					
						|  |  |  |  
						| Wide Si el central es igual que el izquierdo y el
        derecho (20 - 20.000 Hz).
 | Normal Si es más pequeño que el
        izquierdo y el derecho (100 - 20.000 Hz.)
 | Phantom Si no está. La 
						información se reparte entre los canales izquierdo y 
						derecho
 |  La mayoría de canales centrales están 
			hechos de un tamaño relativamente pequeño comparados con los canales 
			principales, bien por razones estéticas y prácticas para poder 
			colocarlos debajo o encima de una pantalla, bien por razones 
			técnicas, dado que se suprime la capacidad del altavoz central de 
			ofrecer una gran extensión en bajas frecuencias en pro de conseguir 
			más claridad en frecuencias medias al evitar su enmascaramiento por 
			los graves. Por ello, el modo "Wide" sólo debería ser utilizado en 
			caso que el central sea de muy grandes dimensiones, equivalente a la 
			de los canales principales, los cuales, también han de ser grandes y 
			del tipo "full-range", es decir, provistos de transductores de 
			graves de buen diámetro y de calidad, que puedan realizar largas 
			elongaciones de las suspensiones sin esfuerzo. En los receptores modernos y de gama 
			media y alta, se puede seleccionar directamente la frecuencia de 
			corte, por debajo de la cual queremos suprimir las frecuencias más 
			bajas para evitar que lleguen al canal central y así protegerlo. El 
			estándar THX dicta 80 Hz, la cual es una cifra muy razonable que se 
			puede tomar como referencia. En caso de ser un central muy pequeño, 
			con midwoofers de 3'' ó 4'', es recomendable subirlo hasta 100 ó 120 
			Hz. Si es un central con midwoofers de 6'' e, incluso, woofers de 
			8'', podemos bajarlo hasta el mínimo, normalmente 40 Hz. Incluso en 
			caso de tener un central con estos grandes woofers, puede no ser 
			recomendable enviarle frecuencias por debajo de esa frecuencia (es 
			decir, ponerlos en modo "Wide"), a no ser que dispongamos de 
			transductores de 10 o 12 '' que sepamos que van a aguantar lo que 
			les pidamos (es importante tener en cuenta que si existe un central 
			con woofers de tanto diámetro, es sólo un caso aislado y 
			prácticamente anecdótico).
Qué tipo de central elegir para el 
			sistema de altavocesExisten 
			claramente dos opciones simples aunque poco recomendables. Una de 
			ellas es poner el modo "Phantom" del apartado anterior, es decir, 
			prescindir directamente del canal central, y la otra es emplear los 
			altavoces de la propia televisión. Normalmente, éstas disponen de 
			algún tipo de entrada (por conectores RCA o, directamente, con un 
			adaptador y al euroconector) que permiten emplear los altavoces 
			internos de la misma como si fueran el canal central del sistema de 
			sonido envolvente. Sin embargo, es poco recomendable por tres 
			razones. Si la TV tiene dos altavoces, estos estarán situados a 
			ambos lados de la pantalla y, por tanto, muy cerca de los altavoces 
			izquierdo y derecho. Otra, que su calidad será, casi con toda 
			seguridad, inferior a la del resto de nuestros altavoces. Y por 
			último, y lo que es más importante, a parte que será de peor 
			calidad, es que sonará diferente, y se podrá distinguir 
			perfectamente si el sonido proviene del centro o de la izquierda o 
			la derecha, como comentaremos en un momento. Por tanto, desecharemos 
			la idea de ahora en adelante de emplear los altavoces de la TV como 
			canal central. Aunque en principio podemos montar un 
			altavoz central de cualquier marca junto con los altavoces izquierdo 
			y derecho, sería mejor idea poner uno lo más acorde posible a dichos 
			canales. Todos los altavoces suenan ligeramente diferentes unos a 
			otros. No importa cómo de alta sea su calidad o cómo de plana sea su 
			respuesta de frecuencia. Siempre introducen una ligera coloración, 
			es decir, variaciones de precisión en su sonido. Si el canal central 
			posee un tipo de sonido diferente a los canales izquierdo y derecho, 
			nunca conseguiremos un suave y continuo campo sonoro en la parte de 
			los altavoces delanteros. Es decir, cuando un sonido vaya de 
			izquierda a derecha, perdería su carácter y cambiaría de forma 
			abrupta. El ejemplo más sencillo para entender 
			esto es un coche pasando del canal izquierdo al derecho que, si la 
			mezcla es correcta, también atravesaría el central. Si este canal 
			tiene un sonido diferente a los otros dos, el coche sonaría con un 
			cierto carácter cuando empieza a moverse, cambiaría al atravesar el 
			central, y volvería al matiz original al llegar al derecho. Esto 
			destruiría la uniformidad ideal de la escena sonora que pretendemos 
			recrear. La solución es adquirir tres canales 
			delanteros diseñados para funcionar conjuntamente, "emparejados". Si 
			son así, sus características tonales similares y casi idénticas, no 
			sólo ofrecerán una transición (o paneo en el mundo de las mezclas) 
			entre los tres canales, sino que producirán un campo sonoro más 
			estable y coherente en la parte delantera de la habitación. Si se 
			quieren conservar, por su alta calidad, los canales izquierdo y 
			derecho ya existentes, la solución más sensata es añadir un altavoz 
			central hecho por el mismo fabricante y, a ser posible, de la misma 
			serie, de tal modo que suene, como ya hemos dicho, lo más similar 
			posible a los otros dos canales. Estos centrales normalmente usan 
			transductores del mismo proveedor y filtros divisores de frecuencias 
			con topologías similares. Para un cine en casa teóricamente 
			perfecto, los tres canales centrales deberían ser totalmente 
			idénticos. Sin embargo, esta opción en la mayoría de los casos no es 
			posible, dado que en el centro también tendremos la pantalla de TV o 
			la del proyector y, en estos casos, lógicamente no se pueden poner 
			ambos en el mismo espacio a no ser que nuestra sala sea grande y de 
			una gran altura, por lo que desde el principio se optó por hacer los 
			centrales muy poco altos y en disposición horizontal, para hacerlos 
			más compatibles con el espacio disponible. En las salas de cine comerciales se 
			opta por esta opción, es decir, el canal central igual a los dos 
			delanteros. Todos ellos están colocados tras la pantalla, que 
			siempre está perforada de tal modo que sea, en cierto modo, 
			transparente acústicamente al sonido. |