El nombre se debe a las montañas Jura, la cordillera que divide Francia y
Suiza. Se formó durante este período.
El Jurásico duró
desde 207 hasta hace 145 millones de años. Se dividían en tres partes
bastante diferenciadas; Jurásico inferior, el medio y el superior. El
inferior duró desde 207 hasta hace 186 millones de años. El medio desde 186
hasta 164 millones de años. El superior desde 164 hasta hace 145 millones de
años.
En el período
Jurásico inferior, el mundo empezó a cambiar. Los continentes empezaron a
separarse, y la tierra cambió; llovía más y la tierra se cubrió de verdor.
Ésta fue la verdadera época del reinado de los dinosaurios. Los bosques del
Jurásico temprano estaban poblados de una gran variedad de dinosaurios
herbívoros. Vivieron muchos prosaurópodos, los primeros tireóforos, que son
reptiles acorazados y bastantes Ornitópodos primitivos. Entre los carnívoros
vivieron los primeros carnosaurios y muchos dinosaurios pequeños terópodos
como celofísidos, celúridos...
En el período
Jurásico medio el clima mundial se fue suavizando. La vegetación también se
hizo más exuberante debido al aumento de las lluvias. Toda la tierra entonces
estaba poblada por una gran variedad de dinosaurios y otros animales. Sapos
lagartos y tortugas compartían el mundo de los dinosaurios en los ríos. Los
primeros sapos verdaderos aparecieron a mediados del Jurásico, mientras que
las tortugas y los lagartos habían evolucionado mucho antes. Hasta hace poco,
lo único que se conocía de los dinosaurios del Jurásico medio correspondía
a hallazgos dispersos realizados en Inglaterra, Francia e India. No obstante,
algunos descubrimientos efectuados en China en los últimos años han venido a
paliar esta laguna. A pesar de que China está muy alejada de los yacimientos
europeos, los dinosaurios eran bastante similares, ya que había una
continuidad terrestre entre las dos regiones, y el clima era cálido en casi
todo el mundo. No había círculos polares helados, ni existían cadenas
montañosas, como los Alpes, los Urales, el Himalaya y las Rocosas. Hubo
algunas especies más que en el Jurásico inferior. Los principales
saurópodos eran los cetiosáuridos. Aparecieron los primeros tireóforos con
placas. También hubo varios ornitópodos pequeños, como fabrosáuridos.
También evolucionaron más los megalosáuridos, grandes reptiles carnívoros
primitivos; y también hubo pequeños terópodos, principalmente celúridos y
ovirraptores.
En el Jurásico
superior, gran parte de nuestro planeta estaba cubierta de grandes selvas.
Pero parte de los que hoy es Europa y América del Norte permanecía inundada
por mares poco profundos. El clima era en general cálido y húmedo. Los
dinosaurios de esta época comprenden desde pequeños y veloces depredadores
que se alimentaban de reptiles, hasta gigantescos herbívoros que llegaban a
pesar hasta 110 toneladas. Otros animales característicos son los mamíferos
con aspecto de rata, las tortugas de agua dulce, los cocodrilos y los
pterosaurios del tamaño de palomas, de cola larga y dientes afilados para
atrapar peces. Entre los dinosaurios carnívoros estuvieron algunos
carnívoros pequeños, los cuales cada vez eran menos comunes, los primeros
ornitomímidos, las primeras aves y los primeros dromeosáuridos. Los mayores
carnívoros fueron los últimos megalosáuridos, los cuales fueron los más
peligrosos del grupo. Los herbívoros eran razas más variadas, hubo pequeños
Ornitópodos avanzados, de los cuales evolucionaron los primeros iguanodontes.
Los estegosáuridos, reptiles con placas, se hicieron más comunes y de este
mismo infraorden, los tireóforos, aparecieron los nodosáuridos. De los
saurópodos evolucionaron hasta convertirse en los mayores animales que han
existido, pero el mayor vivió a principios del período siguiente.
Imagina un nutrido
rebaño de grandes dinosaurios herbívoros, vagando por la campiña. Una y
otra vez se detenían a mordisquear las plantas más jugosas. ¿Cuáles eran
esas plantas? Durante el período Jurásico, a mediados de la Era de los
Dinosaurios, el clima se volvió cálido y húmedo. Los mares invadieron gran
parte de la tierra firme, que se cubrió de una tupida alfombra de musgos y
helechos. Los equisetos y helechos gigantes formaban densos bosques. En esta
época, las plantas empezaron a producir por primera vez polen y semillas, que
les ayudaban a reproducirse mejor. Antes, las células masculinas de las
plantas tenían que nadar en el agua hasta las células femeninas como
minúsculos renacuajos. Un grano de polen contiene una célula masculina en un
diminuto envoltorio impermeable. Como una mota de polvo, puede recorrer muchos
kilómetros. Finalmente, las células delas plantas pudieron viajar por
tierra, lo que les ofrecía más oportunidades de reproducirse. Una semilla es
un embrión de planta con su propio almacén de alimento. Si llega al lugar
adecuado, una semilla puede empezar la vida con buen pie y crecer a base de
suministro de alimento. Las esporas, células reproductoras, de las plantas
primitivas más simples no eran así. Las primeras plantas con semillas fueron
las gimnospermas o semillas desnudas. Aparecieron inmediatamente antes de los
dinosaurios, e incluían las cicadáceas, los ginkgos y las coníferas.
Algunas plantas con semillas florecieron a principios de la Era de los
Dinosaurios, mientras que estos animales se multiplicaban y las devoraban.
Muchas tenían hojas semejantes a los helechos, otros tenían hojas con
aspecto de cabellos. Se extinguieron antes de que los dinosaurios
desaparecieron. Las cicadáceas tuvieron mucho éxito durante toda la Era de
los Dinosaurios. Se parecían a palmeras. Tenían un tallo como el tronco de
un árbol y grandes hojas similares a las de los helechos, que se extendían
en abanico en su parte superior. El polen pasaba volando de una cicadácea a
otra, y sus semillas crecían en grandes piñas. Aún sobreviven algunas
cicadáceas. En los bosques del Jurásico crecían decenas de tipos distintos
de ginkgo. Hoy sólo sobrevive una especie, casi exactamente igual a sus
parientes históricos. Este fósil viviente se llama ginkgo, y tiene hojas en
forma de abanico que brotan de ramitas laterales rechonchos, situadas a lo
largo de las ramas principales. Si te colocas bajo un ginkgo, puedes imaginas
que has vuelto a la Era de los Dinosaurios. Se dice a menudo que los
dinosaurios dominaron la tierra durante el período Jurásico. Quizá fueran
los animales dominantes, pero otro grupo reinaba en el mundo vegetal, las
coníferas. Las coníferas son árboles con piñas. Las que conocemos hoy son
pinos abetos, alerces, y otros muchos tipos. Evolucionaron a partir de
árboles relacionados con los ginkgos, hace unos 300 millones de años.
Durante el período Jurásico se extendían por el horizonte inmensos bosques
de pinos, tejos y araucarias, que proporcionaban alimento y refugio a
incontables animales. Se han encontrado algunos dinosaurios fósiles en cuyos
estómagos había afiladas hojas en forma de agua, como las de las coníferas.
¿Puedes imaginar un interminable almuerzo a base de agujas de pino? las
gigantescas secuoyas también son coníferas. Se trata de los mayores seres
vivos que ha habido jamas sobre la tierra; alcanzan hasta 100 metros de altura
y sus troncos pueden medir más de 10 metros de circunferencia. Hoy sólo
crecen en el oeste de Norteamérica. Se han encontrado fósiles de árboles
similares en rocas del Jurásico, de modo que los dinosaurios debieron de
caminar entre ellos. Los tejos tienen hojas en forma de aguja, pero no dan
piñas. su polen se desarrolla en amentos o inflorescencias, y sus semillas
creen en blandos cálices de color escarlata. Los árboles como estos que
vemos actualmente tienten hasta 3.000 años. Los fósiles muestran que los
tejos crecían en abundancia en los bosques del Jurásico. La sustancia dorada
y vítrea llamada ámbar es resina fosilizada. se trata de la materia pegajosa
que exuda un árbol cuando su corteza se resquebraja. Cuando te haces un corte
en la piel, te sale sangre, después se coagula y forma una costra que bloquea
la herida. La resina hace lo mismo con los árboles. Las coníferas se
distinguen por su producción de resina. Un dinosaurio quizá mordiera la
corteza de un pino. La resina brotaría y formaría una gota pegajosa, que se
fosilizó y se convirtió en ámbar. Este último contiene a veces fósiles de
insectos atrapados hace millones de años. La próxima vez que pases por una
zona boscosa, busca cicadáceas, ginkgos y coníferas. Ya existían en la
época de los dinosaurios.