El período Carbonífero debe su nombre al carbón. El que consumimos hoy,
inició su vida como plantas hasta hace unos 300 millones de años, en el
período Carbonífero. Cuando los árboles muertos y otros vegetales caían en
los pantanos, quedaban cubiertos de lodo. Con el tiempo, los restos vegetales
se secaron y formaron lo que llamamos turba. Enterrada bajo capas de tierra y
roca a gran profundidad, la turba quedó comprimida y se calentó hasta que,
finalmente, se convirtió en carbón. Por eso, a menudo hay que extraer el
carbón a miles de metros de profundidad. También por esa razón, los mineros
encuentran a veces fósiles de troncos de árbol y plantas.
El período
Carbonífero transcurrió desde 361 a 290 millones de años. Imagínate
hundido hasta las rodillas en lóbregas aguas, con los pies en el barro. Cada
vez que intentas sacar un pie del frío cieno, provocas un chorro de burbujas,
y percibes el hedor de las plantas en descomposición. A tu alrededor hay un
denso lecho de lo que parecen árboles de Navidad de color amarillo verdoso.
Lo realmente extraño aquí es el silencio. Puede oírse un ligero movimiento
de agua a cierta distancia. Las copas de esas extrañas plantas se meces
suavemente al viento, pero nada más. No se oye el ruido de ningún animal, ni
el canto de las aves. De pronto, aparece en la sombra algo que vuela. También
oyes un fuerte "brrrrrr", el rápido aleteo de unas largas alas
centelleantes. Una libélula desciende a gran velocidad y desaparece entre los
tallos de las plantas. Te encuentran en las aguas cenagosas de un delta del
Carbonífero. Un delta es una zona de tierra en forma de abanico que se
adentra en el mar. Está compuesta por tierra muy fina o limo arrastrado por
los ríos hasta el mar. Cuando las aguas del río llegan al mar, van más
despacio, y el limo que transportan se acumula en su desembocadura. Uno de los
más famosos es el delta del Nilo, en Egipto. Esta tierra es muy buena para la
agricultura, pero los deltas sufren frecuentes inundaciones. En el
Carbonífero los dinosaurios, los mamíferos y las aves aún no existen. Las
plantas que te rodean son gigantescos equisetos, los antiguos parientes de las
pequeñas plantas espigadas con las que te tropiezas en las acequias de hoy.
En este período se formaron muchos deltas, especialmente en Europa y América
septentrionales. Las vastas cordilleras que se habían formado durante el
período Devónico empezaron a desgastarse por la acción del viento y la
lluvia. Las rocas eran trituradas hasta transformarse en una arena fina
llamada limo, que se acumulaba cuando el agua que las transportaba llegaba al
mar. Esta tierra húmeda y pantanosa se encontraba en tupidas selvas.
El período
Carbonífero se conoce también como la Era de los Anfibios. Las condiciones
eran ideales para ellos. Había mucha agua donde poner sus huevos. De éstos
salían los renacuajos, que se desarrollaban en el agua y después se
arrastraban en tierra firme, donde disponían de mucha comida. Había milpiés
más grandes que tú. Otros animales más pequeños vivían también en el
suelo del bosque. Pequeños animales parecidos a lagartos correteaban
utilizando su lengua para saborear su entorno. Eran los primeros reptiles. El
período Carbonífero contempló la evolución de los primeros reptiles,
antepasados tanto de los dinosaurios como de los mamíferos.
Los árboles del
período no se parecían a los actuales. En realidad, eran versiones
gigantescas de algunas plantas que hoy llamamos equisetos y licopodios. Las
ramas y las hojas de árboles como el Lepidodendron y el Sigillaria
formaban un techo sobre la selva, sumiendo el suelo en la oscuridad. Cerca del
suelo había una densa maraña de helechos que crecían en la húmeda tierra.
Cuando las plantas y los árboles morían, quedaban hundidos en el cieno, y
gradualmente se convertían en turba. Ésta se compone de capas de vegetación
descompuesta aplastadas. Cuando la propia turba se quedaba aplastada por
nuevas capas de barro y arena, se convertía en carbón. El pie de los
equisetos gigantes cubría las aguas poco profundas del Carbonífero. El
terreno elevado estaría cubierto por plantas distintas. Era un tipo muy
primitivo de conífera emparentado con los abetos actuales.