El nombre Cretácico procede de la palabra latina creta, que significa tiza.
Las capas de tiza y esquisto de esta época se amontonaron sobre el lecho de
los mares.
El Cretácico duro
desde hace 145 hasta 66 millones de años. Se dividía en dos partes, inferior
y superior. El inferior desde 145 hasta 98 millones de años. El superior
desde 98 hasta 66 millones de años.
En el Cretácico
inferior los herbívoros llegaron a ser los dinosaurios más importantes.
Vivieron más especies de dinosaurios que en ninguna otra época. Aunque
había muchos herbívoros, no faltaban los fieros carnívoros, aunque fueron
bastante pocos. Entre los carnívoros estuvieron los ornitomímidos avanzados,
los primeros dromeosáuridos, y algún carnosaurio. Entre los herbívoros
vivió el más grande dinosaurio, que era saurópodo. Hubo también los
saurópodos diplodócidos y al final del Cretácico temprano aparecieron los
saurópodos titanosáurido. También al principio de este período hubo
algunos braquiosáuridos. Entre los tireóforos hubo nodosáuridos y los
estegosáuridos. Al final de esta parte de período los estegosáuridos
estaban por desaparecer, para ser reemplazados por los primeros
anquilosáuridos. Ente los Ornitópodos vivieron los hipsilofodóntidos y
aparecieron los iguanodóntidos, mientras que al final de esta parte de
período se extinguieron y aparecieron los primeros hadrosáuridos y
paquicefalosáuridos. En otra especie de dinosaurios totalmente distinta,
aparecieron los ceratopsios, dinosaurios con cuernos. Al final del Cretácico
inferior aparecieron los antecesores de los ceratopsios, los psitacosáuridos.
El Cretácico superior
fue una época de grandes cambios. Los continentes que hoy conocemos
adquirían progresivamente su forma actual. Las estaciones empezaban a ser
como las actuales. Durante esta época el mayor cambio fue la aparición de
las flores. Las plantas arbustivas habían echado raíces por primera vez
hacía más de 300 millones de años. A principios del Cretácico las plantas
comunes crecían por todas partes, añadiendo pinceladas de verde al paisaje
de la prehistoria. A finales del período Cretácico aparecieron los esbeltos
pinos perennes. Surgieron los árboles que mudas sus hojas, junto con
higueras, palmeras y el árbol del pan, que ahora crecen sólo en las zonas
cálidas del planeta. Las serpientes aparecieron en el Cretácico tardío.
Evolucionaron a partir de un animal del Cretácico temprano llamado Pachyrhachis,
que tenía cuerpo de serpiente y cabeza de lagartija. La mayoría de las
serpientes se despreocupan de sus huevos o de sus crías, salvo en el caso de
la hembra de la pitón, que enrosca delicadamente su cuerpo sobre los huevos
para incubarlos. Los dinosaurios se extinguieron al final de este período con
sorprendente rapidez. Algunos científicos creen que un meteorito gigantesco
se estrelló contra la Tierra con tanta fuerza que se volatizó, formando
nubes de polvo y vapor, hasta el punto de oscurecer el cielo durante meses e
incluso años. Los dinosaurios quedaron atrapados en mortíferos ventisqueros.
Los mamíferos, protegidos por sus pieles, sobrevivieron y acabaron dominando
el mundo. Las pruebas que tenemos es un gran agujero en el Mar Caribe y en la
tierra una capa de materiales del meteorito. En este período los dinosaurios
más comunes eran los hadrosaurios avanzados con crestas en la cabeza.
Mientras estos herbívoros eran muy comunes los hipsilofodóntidos acabaron
por desaparecer. Los paquicefalosáuridos vivieron durante toda esta parte de
período. Entre los ceratopsios se extinguieron los psitacosáuridos para ser
reemplazados por los protoceratópsidos y los ceratópsidos, los dos grupos
muy comunes. Los protoceratópsidos se extinguieron y los ceratópsidos
llegaron a vivir hasta el final del período. Entre los tireóforos había
anquilosáuridos, nodosáuridos y de los estegosáuridos en este período
sólo hubo uno. Entre los carnívoros hubo ornitomímidos parecidos a
avestruces y los últimos dromeosáuridos, segnosáuridos y troodóntidos, que
aparecieron en este período, y por último los peligrosos tiranosáuridos,
grandes carnívoros que llegaban a medir 15 metros de largo.
A principios de la Era
de los Dinosaurios, el suelo estaba cubierto de musgos y helechos, equisetos y
licopodios, en lugar de matorrales. Al inicio del Cretácico, los mares
cubrían gran parte de la tierra. Los dinosaurios siguieron evolucionando, al
igual que las plantas que los alimentaban. Hasta este momento, las plantas
habían sido marrones y verdes. A los altos helechos gigantes y a las
cicadáceas parecidas a palmeras se unieron los primeros árboles verdaderos;
coníferas como pinos, cipreses y tejos, a los que siguieron más coníferas
como alerces, abetos y cedros. Durante el Cretácico se produjo un enorme
cambio: aparecieron las flores. Pronto el mundo verde se cubrió de vivos
amarillos, rojos y azules que nunca se habían visto anteriormente. Algunos de
los fósiles más antiguos con plantas con flores son hojas de magnolias muy
similares a las que aún viven. Alcanzan más de 30 metros de altura, tienen
hojas relucientes y grandes y hermosas flores. En Europa crecen en parques y
jardines, pero durante el Cretácico, Europa era más cálida y las magnolias
crecían silvestres en todo el continente. Hoy existen más de 250.000
especies de plantas con flores, tres veces más que todos los demás tipos de
plantas juntos. Su nombre científico es angiospermas. Incluyen todas las
flores de jardín, las silvestres y las hierbas, desde la orquídea hasta el
diente de león, así como el césped, las hierbas aromáticas y las palmeras.
Todos son arbustos y árboles con flores son angiospermas, desde el roble
hasta el cerezo, de la magnolia a la caoba y del manzano al albaricoquero. Las
plantas con flores se llaman angiospermas, que significa semillas cubiertas.
Una planta con flores protege las semillas en desarrollo en el interior de la
flor, y más tarde dentro de envolturas o frutos. El otro grupo importante de
plantas con semillas, las coníferas, se llaman gimnospermas, o semillas
desnudas. Las semillas crecen dentro de una piña. Los primeros fósiles de
plantas con flores muestran flores perfectamente desarrolladas. No hay
fósiles que representen un eslabón con las plantas sin flores. Entonces,
¿de dónde proceden las plantas con flores? Las plantas llamadas
cycadeoidales pueden ser las antepasadas de las flores. Estas plantas se
parecen a las cicadáceas y tienen partes masculina y femenina en la misma
piña. Los científicos creen que algunas pudieron evolucionar hasta
convertirse en flores en colinas altas, donde es difícil que se formen
fósiles. El nenúfar tiene una flor simple que quizá se parezca mucho a las
primeras flores. Sus sépalos y pétalos están dispuestos en espiral
alrededor del extremo del tallo. Forman un esquema de hojas jóvenes en un
capullo. Muchos fósiles son los restos de partes duras, como los dientes y
huesos de los animales o la corteza y el tronco de los árboles. Los delicados
pétalos de las flores raramente se convierten en fósiles. Las pistas sobre
plantas primitivas que se han encontrado, son las duras nerviaciones de sus
hojas, que sí se fosilizan bien. Los abedules eran corrientes durante el
Cretácico. Se han encontrado fósiles de sus hojas redondas y dentadas, muy
similares a las de los abedules actuales. También crecían altos álamos.
Cuando aparecieron las plantas con flores, fueron necesarias nuevas maneras de
transportar el polen de una flor a otra. El viento era una posibilidad. Los
minúsculos y ligeros granos de polen podían mantener en el aire durante
varios kilómetros. Muchas plantas siguen siendo polinizadas hoy por el
viento. Los insectos también ayudan a la polinización. Las flores tienen
vistosos pétalos para atraerlos y néctar dulce para alimentarlos. Mientras
los insectos sorben el néctar, el polen se adhiere a su cuerpo. Los insectos
transportan este polen a otras flores. La magnolia, una de las más
primitivas, sigue dependiendo de los escarabajos, moscas, mariposas y abejas
para que transporten su polen. A principio del Cretácico, el paisaje nos
habría parecido poco familiar. Estaba compuesto principalmente por
coníferas, helechos, musgos y cicadáceas. Hacia el final de este período,
el escenario había cambiado considerablemente. Nueve décimas partes de los
bosques estaban compuestos por plantas con flores. Incluso mientras se
extinguían los dinosaurios, las plantas con flores iban prosperando.