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    Portada - Artículos inclasificables - La máquina del tiempo

    La máquina del tiempo

    Si abordáramos una máquina del tiempo, una visita a los yacimientos paleontológicos existentes en los alrededores de Sucre y varias otras poblaciones de Chuquisaca, nos permitiría regresar en el tiempo hasta los albores de la aparición de la vida en nuestro planeta. Impresionantes farallones, profundos cañones, montañas sagradas y alegres cascadas de agua cristalina, caracterizan las zonas en las cuales encontramos fascinantes restos paleontológicos.

    Debido al fenómeno tectónico del desplazamiento de las placas continentales sobre el manto de la tierra, el continente Americano está constantemente en movimiento en dirección al Oeste, o sea alejándose de Europa, África y Asia, territorios con los que hacen millones de años nuestra América conformaba un único continente llamado por los científicos “Pangea”.

    Durante el periodo del Cretácico Superior, o sea hacen 65 a 85 millones de años, el actual territorio que ocupa nuestro país, se encontraba situado a miles de kilómetros hacia el Este de donde está ahora. Se puede decir que estaba donde actualmente se encuentra el nordeste del Brasil.

    Parte de este territorio, que contaba con un clima muy benigno para las plantas y los animales ya que se encontraba a pocos metros sobre el nivel del mar, puesto que no existía todavía la cordillera de los Andes, estaba cubierto, según los científicos de la Paleontología, por un inmenso lago de agua dulce de poca profundidad donde los dinosaurios herbívoros se alimentaban de la abundante vegetación que en él crecía y los carnívoros se alimentaban de estos.

    Estos animales prehistóricos caminaban dejando las impresiones de sus huellas tanto en la orilla del lago como en el lecho del mismo en los lugares poco profundos, adonde ingresaban, gracias a su inmenso tamaño, para alimentarse de las plantas acuáticas que en él crecían. Actualmente podemos observar un comportamiento similar en el ganado que ingresa a los lugares poco profundos del Lago Titicaca para alimentarse de las plantas de totora que crecen en el mismo.

    Hacen aproximadamente 68 millones de años, una enorme y cercana erupción volcánica arrojó millones de metros cúbicos de ceniza al espacio, ceniza que al depositarse sobre las huellas recientemente hechas, las cubrió con una gruesa capa, que protegió estas del deterioro por la erosión eólica (viento) y pluvial (lluvia) que las hubiera borrado en pocas horas. Posteriormente subsecuentes depósitos de ceniza y de material sedimentario acarreado por los ríos que desembocaban en el lago, fueron creando capas adicionales de sedimentos, las cuales, debido a la tremenda presión ejercida sobre las mismas en el transcurso de millones de años, se convirtieron en roca.

    Millones de años mas tarde, en su continuo movimiento hacia el oeste, la placa continental sobre la que se encuentra nuestro continente, colisionó con la placa de Nazca que forma parte del lecho marítimo del Océano Pacífico. La placa de Nazca ingresó en un proceso de subducción bajo la placa continental, lo cual dio inicio al crecimiento vertical de la cordillera de los Andes. Este complejo proceso de fuerzas tectónicas, impulsó a una serie de formaciones rocosas de diferentes eras hacia la superficie del continente y entre otras consecuencias fracturó las capas creadas durante el periodo del cretácico superior, que se encontraban en posición horizontal, de manera que estas ahora se encuentran inclinadas o sobrepuestas. Esta es la explicación que nos ofrecen los geólogos, para el fenómeno de que las icnitas, o huellas de dinosaurio que encontramos en Cal Orck’o se encuentren en un sinclinal o sea una pared de roca que presenta una inclinación de 72 grados.

    Restos del lecho de este lago se encuentran diseminados en la superficie de los departamentos de Chuquisaca, Tarija, Potosí, Oruro y La Paz Este hecho hace que el especialista en icnitas, Profesor Dr. Christian Meyer de la Universidad de Basilea en Suiza deduzca que en la prehistoria, un extenso lago de agua dulce se extendía desde el territorio que actualmente forma parte del departamento de Tarija hasta la frontera Perú-Boliviana. En Chuquisaca se encuentran estos restos principalmente en los alrededores de la ciudad de Sucre y las poblaciones de Maragua, Chaunaca y Potolo.

    Las huellas de dinosaurios que se encuentran en los yacimientos paleontológicos de Cal Orck’o, Chaunaca, Maragua y Potolo datan de hace 68 millones de años, o sea del cretácico superior, época en la cual existía la mayor cantidad y la mayor variedad de dinosaurios poco antes de su total desaparición de la faz de la tierra hacen aproximadamente 65 millones de años.

     

    LAS CONSECUENCIAS DEL TERREMOTO

    En el mes de marzo de 1948 un terremoto de mediana magnitud afectó a la ciudad de Sucre. Afortunadamente no se tuvieron que lamentar grandes pérdidas en vidas humanas o graves daños a la infraestructura de la ciudad, pero una serie de iglesias y residencias del hermoso casco colonial fueron afectadas por el mismo. Con el objetivo de cooperar con la refacción de estos edificios y dar un impulso al desarrollo industrial de la región, el Gobierno de la Nación decidió financiar la construcción de la Fábrica Nacional de Cemento Sociedad Anónima (FANCESA) aprovechando los inmensos yacimientos de carbonatos de calcio existentes en el cerro de Cal Orck’o situado a escasos siete kilómetros del centro de la ciudad.

    Desde el inicio de la etapa de producción hasta ahora, FANCESA ha procesado millones de toneladas de materia prima, convirtiendo la misma en cemento de alta calidad, el cual ha servido para la construcción de miles de viviendas, asfaltado de caminos, avenidas y calles en las ciudades de Sucre, Potosí, Cochabamba y especialmente en Santa Cruz.

    Afortunadamente, para la ciencia y el turismo, en el proceso de explotación de materia prima para la fabricación del cemento, los ingenieros y obreros de FANCESA se toparon con una veta de carbonato de calcio que tenía un alto contenido de magnesio, mineral que resulta ser inconveniente para la producción de cemento, ya que retarda el tiempo de fraguado del mismo. Este fenómeno natural obligó a FANCESA a no tocar esta veta, ya que no era de su interés. Justamente este estrato geológico, que ha sido declarado por el Gobierno Nacional como Patrimonio Natural de Bolivia, es el que contiene la mayor cantidad de icnitas o huellas de dinosaurio en la formación geológica conocida como “El Molino”.

    De manera que gracias a una erupción volcánica, un terremoto, la creación de FANCESA, el trabajo de remoción de las vetas de carbonato de calcio en el cerro de Cal Orck’o y el “milagro” de la formación de un estrato con un alto contenido de magnesio, la ciudad de Sucre ha sido bendecida por la naturaleza con tener el mayor yacimiento de huellas de dinosaurios en el mundo.

     

    LA INTERPRETACIÓN DE LAS HUELLAS

    Posiblemente, las primeras huellas de dinosaurio que se podían observar en la cantera de Cal Orck’o fueron expuestas hacen 25 años, pero las personas que trabajaban en la cantera no tenían una explicación para estas raras formaciones que se podían observar en una pared que tenía una inclinación de 72 grados. Desafortunadamente les faltaba el conocimiento sobre los movimientos tectónicos que se sucedieron en los millones de años desde que existe nuestro planeta, y sobre la apariencia que tienen las huellas de animales prehistóricos.

    La primera información sobre la existencia de huellas de dinosaurios en la cantera de Cal Orck’o fue hecha por el geólogo Hugo Heymann ante las Autoridades de CORDECH en 1985, pero este hecho no fue dado a conocer a la opinión pública de manera que el mismo no fue conocido por el país.

    Posteriormente, en octubre del año 1994, un grupo de egresados del Colegio Alemán de Sucre visitaron la fábrica de cemento y constataron que en la cantera de la misma se podían observar una inmensa cantidad de huellas de dinosaurios.

    Ese mismo mes, la productora independiente de televisión Centro Audiovisual Ricardo Navarro (CARINA) realizó un vídeo sobre el yacimiento de media hora de duración, producción que fue financiada por FANCESA y en el cual el Ing. Freddy Paredes, Director del Museo de Paleontología de la Universidad Misael Sarracho de la ciudad de Tarija certificaba la importancia del yacimiento paleontológico de Cal Orck’o.

     

    RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

    En junio de 1997 la Prefectura del Departamento de Chuquisaca, la H. Alcaldía Municipal de Sucre, La Universidad Mayor de San Francisco Xavier y FANCESA firmaron un convenio con el Proyecto Paleontológico Sucre para realizar el estudio científico de los yacimientos paleontológicos descubiertos en la cantera de Cal Orck’o.

    Después de un año, en agosto de 1998, la comunidad científica mundial quedó impactada por la confirmación realizada por la misión científica más importante que visitó Bolivia en el siglo XX, compuesta por 12 paleontólogos bajo la dirección del profesor suizo Dr. Christian Meyer de la Universidad de Basilea, el profesor Dr. Giussepe Leonardi de la Universitá della Sapienza de Roma, el profesor Dr. Martin Lockley de la Universidad de Colorado y otros nueve especialistas en Geología, Sedimentología, Ictología, Paleo-biología y Cartografía, de que el farallón de la cantera en el Cerro Cal Orck’o vecino a la ciudad de Sucre, es el yacimiento paleontológico más grande del mundo. Aquí encontramos más de 5.000 impresiones fosilizadas de 150 diferentes tipos, algo jamás visto en el mundo.

    La misión científica realizó los siguientes trabajos en el yacimiento paleontológico de Cal Orck'o:

    1. Mapeo de todo el farallón con fotografías, mediciones con rayos láser y copiado directo de las huellas a papel cartográfico.

    2. Recolección de pruebas sedimentológicas en el farallón y sus alrededores.

    3. Obtención de moldes de silicona de las huellas más interesantes desde el punto de vista científico.

    4. Recolección de algunos restos fósiles menores para su estudio.

    Para realizar las mediciones se requirieron de aptitudes de montañista, cientos de clavos de perforación de roca, dos mil metros de soga, cinturones para escalar así como una grúa y binoculares que utilizan rayos láser y que se encuentran conectados a computadoras. El proyecto de investigación fue apoyado por el Fondo Nacional Suizo, FANCESA y auspiciadores privados.

     

    IMPRESIONES DE LOS CIENTÍFICOS Y PRIMEROS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

    El Dr. Meyer ha indicado que Cal Orck’o es algo único por varias razones.  Para empezar, la magnitud de la pared de caliza es impresionante: más de 30.000 metros cuadrados, la superficie de varios campos de fútbol, llenos de impresiones de huellas. Que las pisadas de los saurios y los restos de tortugas, cocodrilos, peces y algas encontradas sean del Cretácico superior, es para el especialista algo muy afortunado; hasta ahora se encontraron muy pocas icnitas y restos fósiles de esa época en el mundo.

    Pero no sólo la dimensión, también la calidad fascinó a los paleontólogos. Aquí tenemos toda la diversidad de dinosaurios poco antes de que desaparecieran de la faz de la tierra. Esto demuestra que la variedad de criaturas era mucho más grande de lo que se suponía hasta ahora. Uno de los descubrimientos más importantes, es que los anquilosaurios - cuadrúpedos herbívoros con un caparazón óseo – existieron en Sudamérica. Anteriormente se desconocía su legado fosilizado en el subcontinente.

    Pero lo que sacudió al mundo de la paleontología, fue la constatación de la existencia de un rastro de huellas de anquilosaurio, que muestra la dinámica del movimiento de los saurios: Algunos anquilosaurios trotaban lentamente, otros se desplazaban velozmente por el terreno a 12 kilómetros por hora, lo cual es extremadamente rápido para un cuadrúpedo con un peso de seis a ocho toneladas. A partir de estos descubrimientos, los paleontólogos en todo el mundo están revisando la anticuada imagen que tenían de una torpe y lerda criatura. Para muchos creadores de modelos de dinosaurios para exposiciones esto significa el reconstruir esqueletos y modelos además de rehacer las fichas explicativas. Hasta el estudio de las huellas en Cal Orck’o, se representaba a los anquilosaurios como armadillos gigantes, con los pies bastante separados y el cuerpo cerca al suelo. Basándose en la evidencia científica de los descubrimientos realizados en Sucre, los nuevos modelos de estos dinosaurios que se exhiben en los museos paleontológicos del mundo nos presentan a un animal más delgado, más alto, más rápido y más ágil.

    Las huellas de los titanosaurios fueron las que más impresionaron a los científicos. Con un tamaño de hasta 25 metros estos eran verdaderos gigantes entre los inmensos saurios. Caminaban relativamente lento a 3 kilómetros por hora, otras especies alcanzaban en cambio una velocidad de 30 kph. En el caso de un saurio depredador los investigadores pudieron incluso determinar que padecía de alguna dolencia en la cadera, ya que cojeaba. Cal Orck’o es un lugar de superlativos paleontológicos. Aquí se encuentra la huella de una "caminata de paseo“ de más de 550 metros de largo de un saurio depredador, la más larga de todo el mundo hasta ahora conocida. La cantidad es también abrumadora: alrededor de 5000 huellas de pisadas, la mayoría bien conservadas– tantas como en ningún lugar del planeta- esperan ser interpretadas. Ya que muchas de las pisadas son de animales jóvenes y se encuentran en estratos de diferente antigüedad, se puede además analizar la evolución de algunas especies.

    El Proyecto Paleontológico Sucre ha avanzado en su trabajo con el material cartográfico y los moldes de huellas, de manera que puede ser consultado directamente: http://www.unibas.ch/earth/GPI/paleo/palinst.html

    Para preservar la cantera, actualmente amenazada por la erosión, para las generaciones venideras, se ha conversado ya con varios Ministerios del Gobierno Nacional y se ha presentado documentación pertinente a las Naciones Unidas, para que Cal Orck’o sea puesto bajo la protección de la UNESCO y declarado "Patrimonio de la Humanidad", mientras tanto el yacimiento paleontológico ha sido ya declarado por el Gobierno de Bolivia como Monumento Natural de la Nación.

    Actualmente se esta procediendo a la creación de una fundación que será la encargada de impulsar la preservación de estos yacimientos paleontológicos y de un Museo Paleontológico en la ciudad de Sucre. Este museo deberá preservar y promocionar los yacimientos paleontológicos de la región, convirtiéndose en un nuevo motor del desarrollo de la región.

     

    OROPEZA EL PARAÍSO DE LOS DINOSAURIOS

    Pero no solo los alrededores de la ciudad de Sucre parecen ser depositarios de la mayor riqueza paleontológica del mundo. En varias localidades de la provincia de Oropeza se han realizado nuevos y fascinantes descubrimientos de icnitas y restos fosilizados.

    Poco después de haberse dado a conocer la existencia del yacimiento de Cal Orck’o e impulsados por la importancia del primer descubrimiento, otros científicos descubrieron nuevos yacimientos en las cercanías de Sucre. Y aún se siguen encontrando nuevas áreas con restos paleontológicos.

    En 1996 unos buscadores aficionados de tumbas prehispánicas fueron informados por campesinos de Humaca (cantón Maragua a 70 Km. al Oeste de Sucre, camino a Potolo) sobre formaciones extrañas en una quebrada. Allí se evidenció la existencia de un lecho rocoso en el cual se encuentran alrededor de 120 huellas pertenecientes a un grupo de saurópodos. El yacimiento es de la misma formación que el de Cal Orck'o (El Molino, parte final del Cretácico).

    El Ingeniero Federico Anaya, funcionario del Museo Nacional de Historia Natural ha realizado investigaciones en la zona durante 1996 y 1998 habiendo encontrado yacimientos adicionales en Niño-Mayu, Lajas y otras comunidades (cantón Maragua). El Proyecto Paleontológico Sucre encabezado por el Dr. Meyer tiene proyectada una expedición adicional de varias semanas a esta zona para estudiar estos hallazgos.

    En el mes de abril de 1998 el Dr. Meyer certificó la existencia de huellas adicionales en la zona de Potolo (50 Km. al noroeste. de Sucre) en la localidad de Chahuanaca (30 Km. de Sucre, camino a Potolo), en la cuesta de Chataquila (20 Km. de Sucre) y en Lajastambo (7 Km. de Sucre, camino a Potolo). Hasta el momento no se ha podido realizar la investigación científica de estos yacimientos.

    En los alrededores de Quila-Quila (35 Km. al Oeste de Sucre) se encontraron durante la pasada década restos fosilizados de un Megatherium, de un Gliptodonte y otros animales prehistóricos, pero por falta de personal especializado no se ha podido hacer un estudio científico exhaustivo sobre el yacimiento. La población de Quila-Quila cuenta con un pequeño Museo de Sitio en el cual se exhiben algunos de los fósiles hallados en la zona.

    Pero la serie de descubrimientos de restos paleontológicos no cesa, lo cual se debe en parte a que muchos habitantes de Sucre, se hallan sensibilizados por los hallazgos ya realizados y han desarrollado una habilidad para detectar los mismos. Así es como en los primeros meses del año 2001, el señor Mamerto Betanzos, mientras realizaba una caminata en la quebrada de Calancha a cuatro kilómetros de Sucre, descubrió un nuevo yacimiento de huellas de dinosaurio que todavía no ha podido ser estudiado científicamente. Igualmente, un grupo de caminantes descubrió poco después otro yacimiento en la zona del balneario de Ñucchu a escasos 20 kilómetros de la Capital.

    Pero algo que hasta el momento de escribir este artículo es único en el mundo, es que se encuentren restos fosilizados de un animal prehistórico en el centro de una ciudad.  En el mes de abril del año 2001 Javier Peñaranda e Iván Arias, dos trabajadores de la construcción que excavaban una zanja para la instalación de tubos de alcantarillado en la Avenida del Maestro a escasos 900 metros de la Plaza 25 de Mayo, se toparon con unas piedras que les parecieron extrañas. Afortunadamente el encargado del grupo, Octavio Sandoval les previno que no metan picota a lo que entre chiste y chiste dijeron que parecían “huesos de dinosaurio”. Inmediatamente se protegieron los restos óseos fosilizados y se realizó la correspondiente excavación a cargo del Ing. Bernardino Mamani Quispe, funcionario del Museo Nacional de Historia Natural. Al parecer se trata del esqueleto de un Milodonte, un animal mamífero que existió mucho después de la extinción de los dinosaurios, pero un animal prehistórico.

    Teniendo en cuenta la magnitud, la cantidad y la calidad de los yacimientos paleontológicos que han sido descubiertos en los últimos años en la ciudad de Sucre y sus alrededores, es mi parecer, que desde el punto de vista de un desarrollo turístico de la región, tanto las Autoridades Departamentales como Municipales y la Empresa Privada deben aunar esfuerzos para hacer que este legado de la naturaleza, que es único en el mundo, nos permita en los próximos años convertir a Sucre, con toda razón, en la “Capital Paleontológica del Mundo”

     

    Klaus Pedro Schütt Hodgkinson. Director Diplomado de Cine y Televisión (DFFB). Junio del 2001

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