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Guía de Cine en Casa
2. ELECCIÓN DEL DISPOSITIVO
DE VISUALIZACIÓN ADECUADO A NUESTRAS NECESIDADES
PANTALLAS
Después de haber estado viendo este sinfín
de tecnologías disponibles para proyección de vídeo, se podría pensar
que a alguien se le ocurriría pensar en usar una pared o una sábana
blanca para usarlas como pantalla. Esto puede que sea un apaño y una
solución provisional para el proyector más barato del mercado, pero está
claro que no se está aprovechando el máximo potencial que puede ofrecer
un proyector de gama alta y, sobre todo, uno High-End.
Es decir, la posibilidad de aprovechar
todas las prestaciones del proyector depende directamente de la calidad
de la pantalla. No sólo eso, sino que es uno de los gastos que más
merecen la pena en un equipo de Cine en Casa. No sólo supone un pequeño
gasto en comparación con todo el sistema, sino que, aunque se vayan
renovando y mejorando diferentes elementos del equipo, la pantalla es un
componente que perdura.
Una pantalla no sólo se caracteriza por su
tamaño y relación de aspecto, además, también por los materiales en que
está hecha la superficie de proyección. Seleccionar el tamaño y la
superficie correctos, depende de factores como la cantidad de
iluminación que sale del proyector, distancia del proyector a la
pantalla, ángulo de visión, iluminación en el entorno y ganancia
ofrecida por la propia pantalla. Elegir la combinación correcta de
valores dará un resultado óptimo. No es lo mismo elegir una pantalla
para realizar presentaciones en público y condiciones luminosas, que
para realizar el visionado de películas con menos iluminación ambiental.
Determinando el tipo de pantalla
- Pantallas portátiles.
Normalmente se sujetan con un trípode sobre el suelo. Suelen ser
pequeñas y ligeras, muy útiles en presentaciones públicas donde es
necesario desplazarse de un lugar a otro y pueden ser instaladas en
cuestión de segundos. A pesar de que las hay caras y de gran
calidad, en el mundo del cine en casa es más práctico una pantalla
instalada "in-situ" de forma permanente.
- Sistemas de pantalla fija. Son
una alternativa simple pero muy efectiva, de hecho es la opción
escogida en muchas instalaciones serias. En muchas ocasiones, el
objetivo no es "ocultar" el equipamiento que compone el cine en
casa, sino que esté permanentemente expuesto.
La tela de la pantalla en estos casos se
monta sobre un marco de madera o aluminio. Normalmente se coloca, si
las dimensiones de la sala lo permiten, algo separada de la pared
del fondo, de tal modo que "flote" y de una cierta sensación de
profundidad a la sala donde está situado el cine en casa.
Además, algunas pantallas son curvas para
evitar distorsiones geométricas, especialmente el efecto cojín de
las lentes anamórficas.
En caso de necesitar detener
una sala enorme y querer disponer de una pantalla de gran tamaño,
una pantalla fija resulta la única alternativa, ya que una pantalla motorizada de
grandes dimensiones resulta realmente cara.
Existen telas acústicamente
transparentes con microperforaciones. Esto permite colocar detrás de
la pantalla el canal central y/o elementos de acondicionamiento
acústico.
- Sistemas de pantalla retráctiles.
Pueden ser montadas sobre la pared o colgadas del techo. También
encastradas en un hueco del techo diseñado para este caso, de forma
que queden totalmente ocultas, cajón incluido, cuando están
recogidas.
Hay dos tipos, manuales o motorizadas.
En el primer caso, se suben y bajan de manera similar a algunas
persianas. Suelen ser baratas pero, debido al ligero peso de la
pantalla para que funcione el muelle y los topes, a menudo presentan
algunas deformidades, como "olas" que provocan distorsiones en la
imagen.
Las motorizadas pueden ser activadas
manualmente ó con mando a distancia, lo cual resulta infinitamente
más cómodo que una manual, puesto que pueden ser subidas o bajadas
con sólo pulsar un botón. Pueden ser de una tela mucho más gruesa y
de varios metros de longitud. En caso de ser muy grandes, serán
excesivamente caras y la única alternativa en este caso sería una
pantalla fija.
Las pantallas de mejor calidad suelen
disponer de unos tensores a los lados, para evitar que los bordes se
contraigan hacia dentro debido al arrollamiento de la tela. También,
algunas motorizadas poco habituales son un tipo que se coloca el
cajón sobre el suelo y la pantalla se eleva hasta tomar su posición
correcta.
Determinar el tamaño correcto y
distancia del proyector a la pantalla
Ya hablamos sobre esto antes en las
características generales de dispositivos de visualización.
De todas formas, como resumen, recordamos
que los estándares THX y SMPTE recomendaban que la pantalla ocupara
alrededor de un ángulo de 30º (no mayor a 26º ni menor a 34º) desde el
punto de audiencia. Esto es, aproximadamente, colocarse al doble del
ancho de la pantalla. Es decir, si la pantalla proyectada son 2'5
metros, según las normas hay que colocarse a unos 5 metros de ella.
También hablamos que, según gustos personales, esta "recetilla" podía
resultar una imagen demasiado grande o demasiado pequeña.
También hay que asegurarse que el
proyector esté a la suficiente distancia como para poder hacer el tamaño
que queremos para la pantalla. Normalmente disponen de zoom, pero éste
suele tener un recorrido muy corto. Y es importante saber que no todos
los proyectores tienen lentes con la misma distancia focal. Si lo
colgamos del techo, es muy probable que, al cambiar el proyector por
otro de más calidad, tengamos que mover ubicar el nuevo más cerca o más
lejos de la pantalla de lo que estaba el anterior aparato.
Decidir la relación de aspecto
También hemos hablado sobre esto largo y
tendido. Tenemos tres formatos usuales en pantallas de proyección:
- 1.33:1 ó 4:3 Necesitamos como
ya se ha comentado, un proyector de formato 4:3. Es el formato
estándar de NTSC y PAL en el que se retransmite la señal de TV, y en
el que se ven las series, retransmisiones deportivas, noticias,
concursos y películas antiguas.
- 1.78:1 ó 16:9 En ese caso, es
necesario un proyector 16:9 para que se adapte perfectamente.
También sirve una pantalla 4:3 retráctil pero sin llegar a
desplegarla del todo. Recordamos que este es el formato de la HDTV y
se adapta mejor a las películas panorámicas que el 4:3, dejando unas
bandas negras arriba y abajo mucho más estrechas.
- 2.35:1 Aquí es necesario un
proyector 16:9 con lente de conversión anamórfica 1.33x añadida
(1.33:1 x 1.78:1 hacen los 2.35:1) o, en caso de un videoproyector
High-End, una óptica fija que dé esta proporción.
Las lentes anamórficas a veces causan una distorsión geométrica del
tipo "cojín". Este efecto se puede compensar empleando pantallas
fijas con forma curva, que también hay disponibles.
Existen dos características principales en
la mayoría de pantallas. Unos son los bordes negros de enmascaramiento y
otro es el velo. Los bordes mejoran el brillo subjetivo de una imagen en
la pantalla. El ojo humano, al ver el cuadro rodeado de un marco negro,
piensa que la imagen es más contrastada, nítida y con colores más
brillantes. También gracias a esos bordes totalmente negro mate y
absorbentes de la luz, es posible ajustar el tamaño de cuadro de forma
que se ajuste a los límites de la superficie blanca de la pantalla.
Los velos están disponibles en la mayoría
de pantallas retráctiles motorizadas. Es un tramo de tela negro añadido
a la parte superior según queda extendida la pantalla, y es el recurso
empleado para ajustar la superficie blanca de la pantalla a una menor
altura para realizar así un visionado más cómodo.
Algunas pantallas poseen los bordes de
enmascaramiento variables, de tal modo que pueden ajustarse a 1.33:1,
1.78:1 ó 2.35:1 según las circunstancias.
Escoger la superficie de pantalla
correcta: color y ganancia
Se deben considerar una serie de factores
cuando se escoge una pantalla para una proyección frontal que cumpla las
necesidades para una instalación personalizada. Los principales
fabricantes de pantallas ofrecen una selección de diferentes superficies
para ajustarse a diferentes entornos.
Dentro de lo que podemos llamar la
"superficie de color blanco" que conforma la pantalla (fabricada de un
vinilo pesado), tenemos diferentes tipos de superficie, según la
cantidad de luz que se refleja. Las categorías principales son:
- Blanco mate: representa una
superficie con menos de un 5% de reflexión, el negro es muy oscuro
pero la imagen no es muy brillante.
- Perla: la reflexión de la
pantalla es aproximadamente de un 15%. El negro es un gris oscuro y
la imagen es brillante, ofrece un contraste muy bueno. Es la opción
más equilibrada de todas y, por tanto, la que debería ser elegida.
- Plata: tiene una reflexión es
de un 30%, el negro es un gris medio y la imagen es muy brillante,
los colores oscuros se ven algo clareados.
- Cristal: representa la
superficie con la reflexión más alta, normalmente un 40%, gracias a
un polvo de mármol muy fino, de forma que hace una capa transparente
sobre la superficie de la pantalla. Los negros aparecen como grises
claros y la imagen es, normalmente, demasiado clara. Normalmente
este tipo de pantalla de proyección se usa sólo bajo circunstancias
especiales.
A veces estos parámetros vienen
configurados como "ganancia", un factor que suele variar entre x0.7 y
x3.0, así como un ángulo que indica el rango donde mejor se aprecia
dicho valor. Cada proyector CRT, LCD o DLP tiene unas características de
brillo y contraste determinadas. Por ejemplo, un proyector CRT (poco
brillo pero contraste excelente) necesitará una pantalla con una
reflexión más alta que un proyector LCD con mucho brillo pero poco
contraste, que necesitará una más mate.
Además, el brillo de un mismo proyector
varía según ajustemos el zoom del mismo. Siempre al cerrarlo, la imagen
se hará más pequeña, se concentrará toda la luz en un área menor y
veremos la imagen más brillante. Y al abrirlo, justo lo contrario. Si
ponemos el proyector lejos con el zoom muy cerrado, o cerca con el zoom
muy abierto, puede incidir en el tipo de pantalla a escoger. Del mismo
modo, las pantallas de mayor tamaño necesitaran ser más brillantes y
tener más ganancia que las más pequeñas.
También es importante tener en cuenta la
luz ambiental. Es lógico que la situación ideal es con la luz totalmente
apagada y la habitación pintada de un color muy oscuro, a ser posible
negro. Sin embargo, es posible que las condiciones sean con más luz. En
ese caso quizá sea necesario optar por una pantalla más mate, y, si
estamos completamente a oscuras, por una algo más brillante, con el fin
de ganar contraste en ambos casos.
Los valores promedio de ganancia para una
sala de cine en casa con la iluminación oscurecida se encuentra entre
x0.9 y x1.4, siendo x1.2 un valor bastante estándar.
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