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Guía de Cine en Casa
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Publicado en Julio 2007
Actualizado en Mayo 2008
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2. ELECCIÓN DEL DISPOSITIVO
DE VISUALIZACIÓN ADECUADO A NUESTRAS NECESIDADES
TAMAÑO DE PANTALLA Y DISTANCIA
DE VISIONADO
Para saber cuál es el tamaño de pantalla
correcto hay que tener en cuenta tanto el tamaño de la habitación como
el número de personas que estará mirando al mismo tiempo. No hay duda
que un tamaño grande contribuye a sumergirse en a acción de la película,
pero acercarse demasiado hará que veamos los defectos en la imagen (se
verían las líneas de exploración que conforman la imagen), aunque si nos
alejamos se perderá el impacto visual.
Hay varias "recetas" para saber la
distancia correcta, según los gustos de quien las diga. Normalmente, la
distancia más corta se establece un mínimo entre 2 y 3 veces el
ancho de la TV. Y la distancia máxima, no más de 5 veces ese
ancho. De todas formas esto depende de si se están viendo resoluciones
estándares del PAL y NTSC (llamadas ahora SDTV) o si estamos viendo alta
resolución (HDTV). También hay personas que les gusta ver la imagen
especialmente grande y otros que les gusta tener la pantalla muy lejos.
No hay más que analizarse uno mismo y darse cuenta en qué fila le gusta
sentarse cuando va al cine.
¿Qué recomiendan los estándares? Las
recomendaciones del SMPTE indican que el ángulo que debe existir desde
la posición de visionado respecto a la pantalla ha de ser de unos 30º
(es decir, si una pantalla de 50'' 16:9 mide de ancho 110 cm, la
distancia para dar ese ángulo será de unos 212 cm). El estándar THX
recomienda entre 26º y 34º (es decir, en el ejemplo anterior, la
distancia sería entre 188 y 244 cm). Es decir, ambos estándares
coinciden con el mínimo, es decir, sentarse aproximadamente al doble del
ancho de la pantalla, lo cual puede resultar muy cerca para algunos
gustos. Pero puede que no tanto si estamos ante una imagen en HDReady
(720p) o Full HD (1080p), dado que si nos ponemos muy lejos no podremos
apreciar todos los detalles que nos ofrece la alta definición.
BRILLO
La cantidad de luz que puede percibir la
vista procedente de la pantalla depende de dos factores, la luz que ésta
emite y las propiedades reflectantes de la pantalla. Hay dos métodos
comunes para medir el brillo en el mundo del cine en casa. Uno es las
candelas por metro cuadrado, empleado para medir las pantallas de plasma
y LCD. Los proyectores se miden en lúmenes ANSI.
El brillo es especialmente importante
cuando las condiciones de iluminación son cercanas a la luz diurna. Es
decir, una pantalla con poco brillo y mucha luz ambiental se verá muy
oscura, pero una con mucho brillo se seguirá viendo sin problemas. Esto
es algo muy importante en angulas empresas donde se hacen presentaciones
en público.
Sin embargo, en el mundo del cine en casa,
no es un parámetro que interese especialmente, ya que normalmente los
dispositivos capaces de ofrecer un gran brillo no dan un buen contraste.
Es lo que realmente interesa aquí. Una pantalla que da mucho brillo,
seguramente dará unos negros que más bien parecerán "grises oscuros",
haciendo perder totalmente calidad a la imagen. Ya veremos con detalle
más sobre esto cuando comentemos cada tecnología y tipo de dispositivo
de visualización concreto: recomendaciones de cuáles ofrecen mejor
brillo, cuáles mejor contraste, etc.
CONTRASTE
Es el grado de
diferencia entre las áreas más luminosas y más oscuras mostradas en
una pantalla de vídeo. La "relación de contraste" es un método de
medir el rango dinámico del color más claro al más oscuro, es decir,
del blanco al negro. Cuanto más alta sea esta relación, mejor será
el contraste.
Un mínimo para
distinguir profundidad de color y saturación suficientes está en
200:1 de relación de contraste. Las películas de 35 mm, como
referencia, ofrecen contrastes de 500:1. Los antiguos televisores
LCD de matriz pasiva (DSTN, no retroiluminados) tenían alrededor de
100:1, mientras que los más actuales de matriz activa (TFT) tienen
relaciones mucho mayores.
Según se va incrementando la relación
de contraste, se aumenta la profundidad de color. A día de hoy (Mayo
2008), tenemos pantallas con contrastes espectaculares. En plasma,
por ejemplo, 20.000:1 en pantallas de Pioneer. Y en LCD hasta 50000:1 en
algunos modelos de la seria 6 de Samsung. Aún así, aun quedan lejos del contraste
de un buen CRT, que aunque no se publica normalmente ronda los
100.000:1. Este valor es también el anunciado por algunos
televisores LCD retroiluminados por LEDs, así como algunas algunas tecnologías en investigación en paneles planos,
como los SED, que alcanzan este ratio de contraste espectacular como el
de los CRT.
También es importante considerar que
estos contrastes tan altos son los llamados "contrastes dinámicos",
que hace referencia a la gama de negros y blancos que pueden
mostrarse en la imagen durante un breve período de tiempo, según
dicta el estándar VESA de medición de pantallas planas. Hay otro
llamado "contraste en pantalla", aproximadamente 4 veces
menor al anterior, que indica la gama de negros y blancos que se ven
al mismo tiempo en pantalla durante un período más prolongado.
Algunos fabricantes dan ambos datos, pero hay veces que algunos dan
sólo el contraste dinámico y otros sólo el contraste en pantalla.
Hay que asegurarse que estemos comparando las mismas medidas. Si
estamos mirando un valor indeterminado de una pantalla moderna y
alta de gama y se aleja mucho del 10.000:1 (por lo bajo, por
ejemplo, 2.000:1), quizá estemos ante un
"contraste en pantalla".
ÁNGULO DE VISIÓN
Está
asociado con el cambio o degradación que se produce en la relación
de contraste y distorsión de color según varía el ángulo de
visionado. Los CRT de pantalla plana, los paneles LCD y pantallas de
plasma de muy última generación soportan un
ángulo de visión muy ancho de 165 a 175 grados, aunque actualmente
algunos presumen de conseguir los 178º (180º sería imposible dado
que tenemos el propio marco).
Algunos LCD antiguos o no muy buenos tienden a sufrir mucho de las variaciones del ángulo
de visión. Pero no todos, las mejores y más modernas ofrecen ángulos tan
anchos como los de los plasmas.
COLOR
Hasta hace muy poco, el
CRT era la única tecnología que podía ofrecer colores realmente
precisos. Bien lo sabe cualquiera que trabaje en diseño y retoque
fotográfico. Pero los últimos desarrollos en técnicas de retroiluminacion de los LCD y nuevos fósforos en las pantallas de
plasma, están mejorando los nuevos sistemas y acercándose cada vez
más a los colores de los tubos de rayos catódicos.
RESOLUCIÓN DE PANTALLA
Con las pantallas CRT y retroproyectores, este parámetro hace
referencia más bien al ancho de banda de vídeo en la señal analógica que
contiene las líneas de exploración que se representan la imagen. Cuando
hablemos del caso concreto de los proyectores CRT, que hoy día han caído
en desuso, veremos que los modelos más altos de gama suportan un gran
ancho de banda de forma que es posible conectarlos a los antiguos
duplicadores, cuadruplicadotes e interpoladores de líneas (también en
desuso, ya que pertenecen al mundo analógico).
En el caso de los paneles de plasma y LCD,
la resolución está indicada por el número de píxeles contenidos en la
pantalla. Viene dado por dos números, el primero indica el número de
columnas o líneas verticales, y el segundo el número de filas o líneas
horizontales. Cuanto más alta sea la resolución, menos visible será cada
píxel, especialmente en tamaños de paneles muy grandes.
Es difícil entender correctamente la
resolución de pantalla sin saber qué es la relación de aspecto
(explicada un poco más adelante) y viceversa. Permitidnos presuponer que
se conoce qué es y hacer alusión al 4:3 y al 16:9, en caso negativo por
favor altera el orden de la lectura.
Resoluciones usuales en paneles de plasma,
LCD, retroproyectores y proyectores para este mundillo del Cine en Casa.
Por supuesto, en el mundo informático, existen muchísimas mas:
- 640x480 (4:3) Sólo la vemos en
proyectores y pantallas LCD de baja gama de formato 4:3. Esta
resolución deriva del mundo informático y del sistema de vídeo NTSC
que existe en Estados Unidos y Japón, en el que la televisión
contiene 480 líneas horizontales efectivas (reales son 525, pero
precisamente esa diferencia es lo que tarda en subir, en tiempo, el
haz de electrones para dibujar un nuevo campo en una televisión
CRT).
En Europa, donde tenemos PAL, tenemos 576 líneas horizontales (626
reales por el mismo motivo, se quitan 25 por cada subida del haz y
hay que añadir una para que sea un número par y posible realizar el
proceso de muestreo), por lo que deberían ser diezmadas o escaladas
hacia abajo para que quepan en esta resolución. No cumple la
certificación HD Ready y no pueden ser considerados como TV en alta
definición.
- 854x480 (16:9) Similar al
anterior, pero con la resolución horizontal extendida para adaptarla
al formato 16:9. Igualmente, no cumple la certificación HD Ready y
no pueden ser considerados como TV en alta definición.
- 1024x576 (16:9) Algunas
pantallas y proyectores bajos de gama poseen esta resolución.
Solventan el problema que comentábamos para el 640x480 y el 854x480.
Están pensadas para que coincidan con las resoluciones de los
sistemas PAL y SECAM que se usan en Europa, África y gran parte de
Asia, a parte de otros continentes. Tampoco cumplen la certificación
HD Ready ni pueden ser considerados como TV en alta definición.
- 800x600 (4:3) y 1024x768 (4:3)
Derivan del mundo informático. Lo poseen algunas pantallas LCD y,
sobre todo, muchos proyectores dado que es un formato muy empleado
en presentaciones. Por su condición de 4:3, no cumple la
certificación HD Ready.
- 1024x720 (-:-) Una resolución
un tanto peculiar de algunas pantallas de plasma y LCD de gama
media-baja. Dan el alto de líneas suficiente para la alta
resolución, pero es necesario diezmar las líneas horizontales para
que quepan en pantalla.
- 1280x720 (16:9) (720p) Es, con
diferencia, una de las resoluciones más populares, tanto en
pantallas de plasma y LCD como, sobre todo, en proyectores. Su mayor
virtud es que es capaz de mostrar la TV en alta definición (HDTV) en
su formato nativo 720p. Los
paneles de plasma o LCD capaces de mostrar esta resolución y
provistos, además, de entrada por componentes o HDMI, vienen
indicados con el logo de HD Ready.
- 1280x768 (híbrida) y
1366x768 (16:9). Formatos muy típicos e híbridos con la
resolución XGA (1024x768) y WXGA (1280x768) del mundo informático
junto con los 720p del mundo del vídeo (16:9 en caso del 1366x768).
Permiten mostrar las resoluciones del mundo informático de manera
nativa sin escalado, de tal modo que si se conecta un ordenador a
estas pantallas o proyectores, se verán nítidos y de forma
satisfactoria, ya que para mostrar gráficos y textos se notan mucho
más los efectos perjudiciales del escalado. En caso de querer ver
HDTV 1280x720 de manera nativa, en el primer caso se verían dos
rayas negras pequeñas arribas y abajo, y en el segundo un pequeño
marco negro alrededor de la imagen.
- 1920x1080 (16:9) (1080p) Es el
formato de alta definición definitivo. Los paneles LCD, plasmas,
retroproyectores y proyectores capaces de mostrarlo siempre serán
los modelos altaos de gama y más caros. En esta pantalla se muestra
de manera satisfactoria tanto las señales 1080i como 1080p
procedentes de retransmisiones en alta definición y discos Blu-ray sin ningún tipo de escalado Da las imágenes más nítidas y
detallas disponibles hoy día. Cumple de sobra la certificación
HDReady, de hecho, se le ha llamado "Full HD" o verdadera alta
definición para distinguirla claramente de las resoluciones
inferiores
- 2048x1080 (2K), 2048x1536 (4.3),
4096x2160 (4K) Disponibles en los mejores proyectores High-End
disponibles en el mercado. Aún no hay material en vídeo grabado a
tales resoluciones y en caso del 2K y el 4K no se adaptan al 16:9.
Algunas como 2048x1536 derivan del mundo informático.
La recomendación que podemos hacer es que,
si se va a usar la pantalla o el proyector para visionar películas,
optar por 1280x720 (720p) y, si es posible sobre todo en vistas a un
futuro muy próximo, 1920x1080 (1080p). Las resoluciones híbridas
1280x768 y 1366x768 son recomendables si, además, se va a conectar un
ordenador a la pantalla o al proyector, a costa de no disfrutar de las
resoluciones nativas del HDTV (a no ser que, como ya hemos comentado,
añadamos dos pequeñas bandas negras al 1280x768 y un pequeño marco negro
al 1366x768).
A veces también se habla del tamaño del "dot
pitch", una medida en milímetros que indica la diagonal existente entre
los elementos o puntos de una pantalla, es decir, la distancia entre
píxeles. Cuanto menor sea el número mejor. En caso de un tubo de rayos
catódicos con "máscara de sombra", esta medida es la distancia entre los
agujeros de dicha máscara.
Una máscara de sombra es una fina lámina
de metal perforada repleta de agujeros, los cuales son atravesados por
la tríada que constituye el haz de electrones antes de alcanzar los
fósforos fotosensibles de la pantalla. Su propósito principal es que el
haz incida correctamente en sólo el fósforo que interesa, absorbiendo
aquellos electrones que son dirigidos al fósforo incorrecto. El problema
es que esta hoja de metal puede calentarse, expandiéndose y llegándose a
deformar ligeramente. Usar metales con un bajo coeficiente de expansión
es fundamental para minimizar estas posibles distorsiones de imagen
debidas a la expansión de la máscara de sombra.
La alternativa de la máscara de sombra,
menos propensa a esta distorsión, es la rejilla de apertura. Constituye
una serie de fibras láminas verticales y fue incluida por primera vez en
los televisores CRT "Trinitron" de Sony. El aspecto negativo es que la
rejilla de apertura necesita dos fibras horizontales para mantener las
verticales en su lugar, y es posible verlas cuando el televisor está
mostrando colores claros, especialmente el blanco.
RELACIÓN DE ASPECTO
Es una de las decisiones más importantes
que hay que tomar. Cuando nos referimos a este parámetro, nos referimos
a las proporciones del rectángulo que contiene la imagen. Las pantallas de toda la vida y las retransmisiones
de televisión solamente vienen en formato 4:3 (es decir, el ancho es 4/3
veces el alto ó 1.33:1). Los televisores CRT más sencillos, así como LCD
pequeños, y muchos proyectores, siguen este estándar.
Sin embargo, desde hace ya varios años se
han popularizado tanto en televisores CRT de alta gama, como en LCD y
plasmas de gran tamaño, la mayoría de retroproyectores y proyectores
modernos, disponen del formato 16:9 (el ancho es 16/9 veces el alto ó 1.78:1). Visualmente son más alargadas y menos cuadradas que las 4:3. Los
televisores 16:9 se adaptan mucho mejor a todos los formatos de pantalla
ancha (es decir, formato buzón o con "rayas negras" arriba y abajo).
La elección no es fácil, dado que hay que
elegir entre ver las transmisiones de TV normales que vienen en 4:3, y
la mayoría de películas disponibles tanto en satélite como en DVD que
vienen en formatos panorámicos. Personalmente preferimos de largo la
segunda opción. Los formatos HDTV de 720p y 1080p mencionados
anteriormente, son 16:9.
De todas formas, el material en vídeo no
viene solamente en estos formatos. Las películas, videoclips y cualquier
otro contenido puede venir en los 1.33:1 y 1.78:1 vistos, pero además en
1.85:1, 2.00:1, 2.35:1, 2.55:1, etc. Es decir, formatos cada vez más
anchos respecto al alto, no existe un acuerdo universal. Está claro que
la imagen no encajará en la pantalla normal, y seguiremos viendo siempre
las rayas negras superior e inferior. Veamos los pros y contras de cada
uno de los formatos:
- 4:3 (o 1.33:1)
- Ventajas Si el objetivo es
primordialmente ver películas clásicas, series de televisión
como Friends o House o simplemente las noticias y las
retransmisiones deportivas, este es el formato ideal, dado que
son emitidos en 4:3. Si se adquiere una proyector 16:9, abría
que añadir dos bandas negras a izquierda y derecha, o bien
llenar la pantalla cortando el pelo y los pies a los personajes
(contado así para que se entienda)
- Desventajas La mayoría de
proyectores de alta gama son nativos 16:9, y es difícil
encontrar 4:3 que puedan rivalizar con ellos en calidad. En caso
de ver películas en formato panorámico, veríamos rayas negras
arriba y abajo de gran tamaño, a no ser que las agrandemos y
tengamos que cortar las películas por los lados. Además, todos
los contenidos en HDTV en formatos 720p y 1080p necesitarían ser
reescalados a resoluciones 4:3 como 800x600, 1024x768 ó
1400x1050, perdiendo nitidez y precisión.
- 16:9 (o 1.78:1)
- Ventajas Para HDTV y DVD
en formato panorámico, es la opción más lógica. Todo el material
HDTV coincide exactamente con el 16:9, y no se ven barras negras
de ningún tipo. Además, en un proyector con 16:9 nativo,
resoluciones como 1280x720 y 1920x1080, no se produce ningún
escalado en caso de vez, respectivamente, contenidos en 720p ó
1080p. Y en caso de tener otras resoluciones como 854x480 ó
1366x768, hay escalado pero se siguen sin proyectar barras
negras. Si se visualizan películas muy panorámicas en 1.85:1 y
superiores, siguen existiendo bandas negras arriba y abajo pero
de mucho menor grosor que en 4:3.
- Desventajas Como ya hemos
dicho en las ventajas del 4:3, es difícil adaptar programación
retransmitida en ese formato a 16:9. Es necesario poner barras
negras a los lados del cuadro, o agrandar la imagen cortando
pelo y pies a los personajes.
- 2.35:1 (Reservado solo a
proyectores)
- Ventajas La mayoría de
películas en DVD vienen en este formato. Si queremos
visualizarlas sin tener las barras negras superior e inferior de
por medio con un proyector 16:9, es posible hacerlo estirando la
imagen 2.35:1 de tal forma que toque el cuadro general arriba y
abajo (digamos que hemos hecho a los personajes "más altos y
delgados") y mediante una lente anamórfica externa 1.33x (1.33:1
por 1.78:1 nos da el 2.35:1) se ensancha la imagen proyectada
corrigendo las proporciones. De ese modo, podemos usar todos los
píxeles disponibles en el LCD, DLP o LCoS y, además, ver vídeos
panorámicos sin ver barras negras arriba y abajo. Supone el no
va más en el visionado de películas. En caso de tener la suerte
de poseer un proyector High-End de óptica intercambiable que se
vaya a destinar exclusivamente para ver formato panorámico,
puede ser una opción muy recomendable.
- Desventajas Añadir una
lente anamórfica de calidad supone un desembolso extra que puede
añadir varios miles de euros al coste del proyector, puesto que
una económica compromete mucho la calidad de imagen. Además, es
necesario retirarla en caso de querer ver material en otras
proporciones (16:9 o 4:3).
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