Orodromeus
Orodromeus: Significa
corredor de montaña. Los expertos descubrieron 10 nidos con huevos
fosilizados muy distintos de los encontrados hasta entonces. Los huevos eran
más pequeños, pero, lo que aún es más importante, no habían sido
pisoteados por las crías de dinosaurios que salieron de ellos. En el nido
había 19 huevos puestos en espiral que no llegaron a abrirse. Los
científicos utilizaron una máquina de rayos X llamada TAC, que es la moderna
máquina para ver el interior del cuerpo humano, pudieron ver dentro de cada
huevo. Pudieron distinguir los primeros embriones de dinosaurio enroscados en
el interior de los huevos de las crías que no llegaron a nacer. Los
científicos encontraron después cerca de los nidos restos de huesos
fósiles. Pudieron identificar los embriones y los huesos esparcidos como
restos de un nuevo miembro de la familia de los hipsilofodóntidos. Lo
llamaron Orodromeus. Los científicos decidieron que dejaban sus crías
a su suerte. El hecho de los huevos que no fueran pisoteados cuando las crías
salieron de ellos, indicó a los expertos muchas cosas. Cuando se encontraron
en el mismo sitio un nudo de huevos del gran Maiasaura estaban
destrozados porque los recién nacidos permanecían algún tiempo en el nido.
Los embriones de este pequeño herbívoro poseían patas y articulaciones más
desarrolladas, por lo que no tenían que permanecer en el nido y no pisotearon
los huevos. Los reptiles actuales, como las tortugas terrestres y las marinas,
también abandonan sus huevos después de la puesta. Como este dinosaurio,
excavan un agujero, depositan los huevos y los cubren de tierra para
ocultarlos de los depredadores. Cuando los científicos examinaron los
embriones del interior de los huevos descubrieron que estaban bien
desarrollados. Los embriones fósiles de Maiasaura no están, ni con
mucho, tan bien desarrollados. Probablemente los padres cuidaban de sus crías
en el interior del nido. Los restos fósiles indican que este pequeño
Hipsilofodóntido anidaba en grandes colonias. Los padres quizá vigilaban sus
huevos hasta que salían las crías y la visión de tantos Orodromeus
podría desanimar a los enemigos de menor tamaño. Pero los restos esparcidos
junto a los nidos eran muy jóvenes o recién salidos del huevo indican que
los padres no podían alejar a los grandes depredadores. Un nido lleno de
recién nacidos sería un blanco fácil para un carnívoro hambriento ya que
se ha comprobado que los depredadores estaban al acecho. Tenían que estar
siempre atentos para defender sus nidos de los voraces Troodon. Los
herbívoros no podían perder de vista sus vulnerables huevos, pero en cuanto
las crías abandonaban el nido, eran más difíciles de distinguir, por lo que
si los padres dejaban sun cuidados a sus pequeños, quizá los ayudaban así a
sobrevivir. Se han hallados restos de Albertosaurus cerca de los nidos.
Preferían anidar en las islas bajas de los lagos poco extensos y profundos.
Así, sería más difícil atacarles. Como las crías de la tortuga moderna,
las crías quizá nacían con el instinto de correr directamente hacia el agua
o quizá se comportaban como los patitos actuales y seguían a su madre hasta
la seguridad de los bajíos. Este dinosaurio era un herbívoro que cuanto era
adulto podía correr a gran velocidad sobre dos patas traseras. Medía sólo 2
metros y medio de largo. Vivió hace 75 millones de años, en el Cretácico
superior, en Montana, EE.UU.