Aublysodon
Aublysodon: Significa
diente romo, bautizado por el paleontólogo Joseph Leidy en 1869.
Probablemente se parecía a la familia de los tiranosaurios, los
súper cazadores de la época, que eran capaces de cazar las mayores presas de
su mundo. Perteneció a la familia de los oblisodóntidos. Hasta ahora sólo
se han encontrado fragmentos de sus dientes y cráneo. Sin embargo, estos
fósiles han convencido a la mayoría de los científicos de que se parecía
al Tyrannosaurus rex. Como éste, recorría la Tierra al término de la
Era de los Dinosaurios. En las rocas de finales del Cretácico, se han
extraído restos del carnívoro más pequeño. Aun así, y a diferencia de los
restos del T. rex, sus fósiles se han encontrado tanto en Oriente como
en Occidente. Se han descubierto más de diez esqueletos de el primero, pero
los expertos han hallado restos del Aublysodon tanto en América del
Norte como en China. Sólo alcanzaba un tercio de la longitud del T. rex,
pero seguía siendo un temible cazador. Los científicos aún no disponen de
suficientes huesos como para reconstruir entero al pequeño cazador, pero
creen que se comportaba como otros de sus contemporáneos carnívoros.
Probablemente cazaban en parejas o, incluso, en manadas, acosando a los
dinosaurios con pico de pato y haciéndolos pedazos con sus dientes afilados
como cuchillas. Muchos tiranosáuridos tenían el borde de los dientes
irregular, lo que hacía aún más letal su mordedura. Los modernos cuchillos
de trinchar carne tienen un filo dentado similar, que facilita la operación
de cortar. El Aublysodon no poseía dientes afilados, y a eso debe su
nombre. Sin embargo, como otros tiranosáuridos, estaba provisto de grandes
dientes que se curvaban hacia atrás. Quizá los usaba para infligir profundas
heridas cuando mordía su presa. También podía abrir mucho las mandíbulas
para sujetar una presa grande. Sus mandíbulas se caracterizaban por ser
distintas a las de casi todos los demás tiranosáuridos. Presentaba la cabeza
más alargada y esbelta, con el extremo de la mandíbula superior curvada
hacia arriba. Algunos expertos creen ahora que el T. rex no era en
absoluto un gigante lento y pesado. Afirman que el gran dinosaurio podía
correr tanto como un caballo de carreras actual, aunque no mantendría esa
velocidad mucho rato. El Aublysodon quizá fuera un cazador igualmente
veloz. Tenía la misma complexión de avestruz que el T. rex, por lo que
pudo alcanzar también los 64 kilómetros por hora. Los científicos creen
haber descubierto el menor de estos dinosaurios en Mongolia. Encontraron los
restos de un dinosaurio en miniatura, con su mandíbula característica. Sin
embargo, el miniasesino mongol usaba sus afilados dientes para atrapar
pequeñas presas, como los lagartos. Medía 4,5 metros de longitud, y pesaba
unos 200 kilos. Vivió hace unos 70 millones de años, a finales del
Cretácico, en Montana, EE.UU.; en Alberta, Canadá; y en Xinjiang, China.