Corythosaurus
Corythosaurus: Significa
reptil con yelmo o con casco. El nombre se debe a la peculiar cresta de tenía
en la cabeza. Este dinosaurio tenía muy buen oído y buena vista, por lo que
podía percibir rápidamente el peligro. Tenía una piel rugosa con escamas,
que encajaban unas con otras. Tenía una cola larga y gruesa, que le ayudaba a
equilibrar su voluminoso cuerpo. Este dinosaurio pasaba probablemente mucho
tiempo en el agua para ponerse a salvo de los terribles dientes de los
dinosaurios carnívoros como el Tyrannosaurus rex. Su robusta cola era
muy útil como timón y remo dentro del agua, o para equilibrarse y alejarse
del peligro con rapidez. Aunque sabía nadar, no habría tenido ningún
récord de velocidad. Su cuerpo pesado y torpe no tenía la agilidad necesaria
para escapar a la persecución de un depredador, pero quizá se zambullera en
un río o lago y lo cruzara lentamente para burlar a un dinosaurio que no
supiera nadar. El cuerpo era grande y pesado. Probablemente tenía que comer
todo el día sin parar con el fin de obtener la energía necesaria para
sobrevivir. Se erguía sobre sus patas traseras para alcanzar hojas y brotes
de los árboles, y hojas de magnolia y de pino. Sabemos lo que comían porque
se han encontrado cuerpos fosilizados de estos hadrosáuridos y aún
conservaban el alimento en su estómago. Andaba con mucha frecuencia de pie,
descansando o caminando sobre sus patas traseras. Eso le dejaba sus pequeñas
manos para agarrar plantas. Un examen de los huesos de sus manos revela que
varios de los 4 dedos que tenían en estas últimas terminaban en anchas y
planas pezuñas. Esos huesos son típicos de dedos usados para andar; luego
debió andar a veces a cuatro patas. No tenía afiladas garras para ahuyentar
a los depredadores carnívoros. Se defendía de la manera menos espectacular,
huyendo. Confiaba en su velocidad para ponerse cuando percibía señales de
peligro. Por fortuna, sus patas estaban adaptadas perfectamente adaptadas para
emprender una veloz retirada, aunque no era muy rápida. En lugar de afiladas
garras, los fuertes y gruesos dedos de sus patas acababan en anchos cacos de
hueso. Estos casos especiales le ayudaban a mantener el equilibrio y pisar con
firmeza cuando se alejaba a la carrera los depredadores. Su rasgo más notable
era la cresta de la coronilla, alta y estrecha, como medio plato puesto
verticalmente, de forma algo parecida al casco de los antiguos soldados
griegos. Probablemente era de vivos colores, y probablemente así se
reconocían unos a otros. Estaba formada por la prolongación de los huesos
frontal y nasal hacia arriba. Las hembras y las crías tenían la cresta más
pequeña que los machos. La cresta contenía un complejo sistema de conductos
de aire que partían de las fosas nasales, después subía hasta el extremo de
la cresta y luego descendía hasta la garganta y los pulmones. El aire se
expiraba siguiendo por la misma ruta. Con sus potentes pulmones, quizá podía
soplar y podía emitir sonoros bramidos, amplificándolos, para atraer al otro
sexo. Casi todos los dinosaurios con pico de pato se parecían excepto por la
cresta, que era distinta en cada uno y emitían cada uno su propio sonido. El
descubrimiento de dinosaurios como éstos con crestas de tamaño variado
confundía a los científicos. Ahora creen que las crestas más pequeñas
pertenecían a las hembras y a jóvenes. Las crías no tenían cresta, sino
una pequeña protuberancia en el frente. Uno adulto era todo un espectáculo
cuando exhibía su cresta y emitía sus particulares sonidos. Probablemente
impresionaba tanto a sus rivales, que éstos lo pensaban dos veces antes de
iniciar un combate. En total su cabeza medía 55 centímetros. Disfrutaba
comiendo ramas y raíces, así como piñas de coníferas, que es un tipo de
árbol que incluye pinos y abetos, y semillas. Son alimentos duros, pero
tenía unos dientes que podían con la comida más difícil de masticar. Con
su largo y estrecho hocico, llegaba a las plantas sabrosas que otros
dinosaurios no podían alcanzar. El pico que remataba su boca carecía de
dientes, pero este dinosaurio tenía unas 1.000 piezas dentales dentro. Los
humanos poseen 32. Los dientes eran como las potentes muelas de las vacas y
los caballos actuales. Cuando se desgastaban, en su crecían otros dientes
nuevos en su lugar. Al masticar, afilaba los dientes superiores contra los
inferiores, lo que le ayudaba a triturar las plantas más duras. Tenía
potentes músculos en la nuca que movían las mandíbulas. Medía 12 metros de
largo, 6 de alto y pesaba casi como un rinoceronte, equivalente a 2 toneladas.
Fue descubierto por Brown en 1925. Vivió hace 75 millones de años, en el
Cretácico superior en Norteamérica, casi al final de la Era de los
Dinosaurios.