Carnotaurus
Carnotaurus: Significa
toro carnívoro. Es un miembro del grupo de dinosaurios conocido impropiamente
como carnosaurios. Este grupo incluye algunos de los dinosaurios más
conocidos y temidos, como el gran Tyrannosaurus rex y el Allosaurus.
Se parecen bastante entre sí, con sus grandes y fuertes cabezas y sus dientes
como cuchillos de carnicero. Pero este dinosaurio, un descubrimiento
relativamente nuevo, tenía el cráneo más corto, ancho y voluminoso que
otros carnosaurios, y unos pequeños cuernos sobre los ojos. Comparadas con el
cuerpo, tan largo como tres coches pequeños, y alto como un elefante, sus
brazos eran diminutos. Sus largas y musculosas patas traseras le daban mucha
agilidad en comparación con otros de sus parientes. Debe su nombre a sus dos
cuernos, que no eran como los de un toro actual, sino planos, y se proyectaban
hacia delante sobre sus ojos, como pequeñas alas puntiagudas. Estas afiladas
y peligrosas armas servían para perforar la dura piel de sus víctimas. A
diferencia de otros dinosaurios con cuernos, los de este dinosaurio eran
pequeños, estaban poco desarrollados y no le servían de defensa. Quizá
estaban recubiertos por varias capas córneas, por lo que probablemente
aumentaría su tamaño. Algunos científicos creen que los machos combatían
en duelos por las hembras durante la estación de apareamiento. Como ocurre
con los ciervos, es posible que los machos de especie tuvieran los cuernos
más grandes que las hembras. La cabeza, de 57 centímetros de longitud,
tenía huecos vacíos a los lados que aligeraban su peso, para poder moverla
mejor. Pero los huesos de su cráneo eran macizos, lo que le permitía a la
cabeza absorber el impacto cuando el dinosaurio embestía contra sus
víctimas. Sus ojos eran muy pequeños comparados con el tamaño de su cabeza,
y estaban situados bajo sus cuernos, que así los protegían cuando usaba la
cabeza como ariete. Las fosas nasales también eran pequeñas y no estaban
situadas en la parte delantera de la cara. Detrás de las fosas nasales, en el
interior de la cabeza, había un gran espacio hueco, que quizá le permitía
emitir gruñidos y gritos de aviso que se oían a gran distancia. La cabeza
poseía grandes escamas verticales, que formaban un dibujo alrededor de los
ojos y en la parte superior del hocico. Los expertos en dinosaurios están
desconcertados por la mandíbula y sus dientes. La mandíbula inferior era
más fina y no resultaría difícil rompérsela. Los dientes medían 4
centímetros de longitud, y se curvaban un poco hacia atrás. Eran afilados
como navajas de afeitar, pero bastante estrechos, y el animal podía perderlos
fácilmente en un combate. Los de la mandíbula superior le ayudaban a
desgarrar la carne y los de la inferior a sujetar la presa. Este temible
carnívoro tenía el cuerpo robusto, pero delgado. las costillas eran muy
grandes y se ensanchaban en la parte inferior del cuerpo para protegerlo de
los golpes de otros dinosaurios. Su columna vertebral era como una viga que
aguantaba el peso. Su piel estaba cubierta por hileras de protuberancias y
escamas cónicas que la hacían muy dura, desde la cabeza a la cola. Tenía
fuertes músculos en el cuello, que le permitían golpear violentamente con
los cuernos los costados de otros dinosaurios. Hubiera tenido poca estabilidad
para moverse a gran velocidad su no fuera por su cola. Ésta, larga y
musculosa, le ayudaba a mantener el equilibrio. Gracias a ella podía echar la
cabeza delante para agarrar a la presa que intentaba escapar. Tenía las patas
delanteras diminutas, como si pertenecieran a un dinosaurio mucho más
pequeño. Los huesos de estas patas también eran poco corrientes. Los del
antebrazo, desde el codo hasta la muñeca, eran del mismo tamaño que los
diminutos huesos de la muñeca. Esto significa que sus patas delanteras eran
muy fuertes y que podía usarlas para sujetar a su presa. Era un veloz
corredor que podía superar a la mayoría de sus víctimas. Sus patas traseras
eran largas, delgadas y lo bastante fuertes como para sostener más de una
tonelada de músculos y huesos. Ideales para correr, también eran buenas
armas para cazar. En cada pata tenía cuatro largos dedos, que terminaban en
mortíferas garras puntiagudas, para poder rasgar y sujetar las víctimas
mientras las despedazaba con sus mandíbulas, echando la cabeza atrás,
después de haberse abalanzado sobre ella y tomarla por sorpresa. Se encontró
en una extensa área de pradera y semidesierto llamada Patagonia, en la
Argentina, en 1985. Fue un hallazgo muy interesante porque estos restos
proporcionaron a los científicos una pista de cómo era la piel de los
dinosaurios. Medía 7,5 metros de largo y 3,5 metros de altura. Pesaba
alrededor de 1 tonelada. Vivió hace desde 100 hasta 90 millones de años, en
el Cretácico superior.