Los mamíferos en el terciario
PERÍODOS GLACIARES
La nieve y el hielo son divertidos unos días, pero ¿te gustaría verlos todo el año, con temperaturas apenas superiores a 0 ºC? Así eran vastas regiones de Gran Bretaña hace miles de años: cubiertas de hielo y azotadas por vientos gélidos, con nieve todo el año. Esta época se conoce como Edad de Hielo. Muchos grandes mamíferos, hoy extintos, buscaban alimento escarbando la tierra congelada. Desde los orígenes del mundo ha habido varias edades de hielo, períodos de un frío intenso, separados por épocas más calidas. Los períodos fríos se llaman glaciaciones, y los cálidos, períodos interglaciales. La Edad de Hielo empezó hace unos dos millones de años, y la última glaciación empezó a remitir hace unos 12.000 a 10.000 años. A finales del Terciario, gran parte del mundo disfrutaba de un clima tropical, pero lentamente se volvía más frío. Hielos de hasta 3 kilómetros de espesor empezaron a extenderse desde el Polo Norte. Los ríos de curso rápido se convirtieron en glaciales lentos. Para sobrevivir, los animales y las plantas tuvieron que adaptarse al frío o alejarse de él. Cuando el casquete polar ártico avanzaba hacia el Sur, la vegetación y los animales lo precedían. Los renos y los lemmings actuales viven alrededor del Círculo polar ártico, pero sus fósiles indican que durante las glaciaciones emigraban hacia el Sur, llegando hasta Francia y Texas, EE.UU. Los mamíferos tienen una ventaja sobre otros muchos animales: poseen sangre caliente. Así, consiguen permanecer activos aunque haga frío; en cambio, los reptiles y los anfibios de sangre fría, se congelarían. Los mamíferos como el mamut y el rinoceronte lanudo desarrollaron abrigos de pelo largo y tupido, y una gruesa capa de grasa bajo la piel para protegerse del frío. Otra manera de ahorrar calor es crecer. Muchos mamíferos de la Edad de Hielo eran mucho mayores que sus parientes actuales. El mamut estepario medía más de 4 metros y medio hasta la cruz, y pesaba más del doble que uno de nuestros elefantes. Se pierde mucho calor a través de las partes del cuerpo que sobresalen, como las orejas, la nariz, la cola o los pies. Si estas partes son más pequeñas, se pierde menos calor. Muchos mamíferos de la Edad de Hielo tenían las orejas y la nariz pequeñas. Hace unos 11.000 años, cerca de la actual ciudad de Los Ángeles, California (EE.UU.), había estanques naturales de densa y pegajosa brea, que surgía de las profundidades y creaba una trampa mortal. En la superficie se acumulaban hojas y agua de la lluvia, ocultando la brea. Por allí paraban elefantes, caballos, ciervos y perezosos terrestres, que se acercaban a beber y se quedaban pegados. Cuando forcejeaban, presas del pánico, llamaban la atención de carnívoros cono los felinos con dientes de sable y lobos feroces, que se abalanzaban sobre sus víctimas y también se quedaban pegados. Lentamente, los animales se hundían en la brea. Con el paso de los años, miles de animales quedaron atrapados en esos pozos de brea, que es un conservante excelente. Recientemente, los hombres han excavado los pozos para desenterrar esqueletos, e incluso carne y pelo, en perfecto estado. Los pozos de La Brea se formaron durante un período interglaciales cálido. La capa de hielo se retiró hacia el Norte, y los animales la siguieron, Cuando el hilo volvió a avanzar, a lo largo de miles de años, los animales regresaron al Sur. Lógicamente, los mamíferos no seguían el hielo, sino al alimento. Las plantas sólo crecen si la temperatura es adecuada para ellas, y los animales tienen que seguir a las plantas. Durante los períodos interglaciales, los animales amantes del calor iban hacia el Norte. Se han encontrado fósiles de elefantes e hipopótamos en Inglaterra septentrional. Los jabalíes, bisontes, ciervos, leones de las cavernas, osos pardos y hienas también vivían más al Norte que sus descendientes actuales. Los mamuts, mastodontes, rinocerontes lanudos y osos de las cavernas de la Edad de Hielo se extinguieron, quizá debido a la selección natural. Cuando el mundo se calentaba, los mamíferos mejor adaptados al calor ocuparon su puesto, pero quizá nosotros consigamos que también ellos se extingan. Durante la última gran glaciación, hace desde 30.000 a 10.000 años, se extendieron por el mundo varios pueblos prehistóricos. A menudo parece que los grandes mamíferos desaparecieron cuando llegaron los hombres. Los cambios climáticos y la caza humana hicieron que los espléndidos mamíferos de la Edad de Hielo se fueran para siempre. Nadie sabe con seguridad qué provoca una glaciación. Los cambios en los vientos del planeta, las corrientes oceánicas, las nubes y las lluvias son importantes. Las glaciaciones pueden producirse cuando la mezcla de estas condiciones deriva en un enfriamiento. O quizá se deba a un ligero balanceo de la Tierra en su rotación por el espacio. Muchos científicos creen que la última glaciación prosigue, y que vivimos en un período interglacial. En los próximos 20.000 años, el clima podía volver a enfriarse. CABALLOS Y ANTEPASADOS DE ELLOS - Mesonyx: Era un animal veloz del tamaño de un lobo con muelas puntiagudas capaces de despedazar la carne y triturar los huesos. Pero aunque era un carnívoro depredador, pertenecía a un grupo emparentado con los caballos actuales. RINOCERONTES - Arsinoitherium: También llamado animal de Arsinoe. El nombre se debe a la reina que gobernaba el lugar donde fue descubierto. Era de la longitud de un rinoceronte. Su voluminoso cuerpo estaba sostenido por cuatro robustas patas. Tenía dos grandes cuernos planos que sobresalían inmediatamente encima del hocico, uno junto al otro. Los cuernos estaban cubiertos por una capa de piel, como los cuernecillos de una jirafa. Los cuernos tenían aberturas que los hacían casi huecos. Se alimentaba de plantas y hojas duras. Vivió hace unos 36 millones de años, en el Oligoceno, en Egipto y Oriente Próximo. - Dicerorhinus: Los cuernos de los rinocerontes están hechos de pelo. Un manojo de pelos comprimido es sorprendentemente fuerte. Este rinoceronte prehistórico tenía dos cuernos, uno detrás del otro, el más largo delante. Vivió hace más de 1 millón de años, en el Pleistoceno, en Europa Central. ROEDORES - Epigaulus: Del tamaño de un conejo pequeño, pertenece al grupo de los roedores, que incluye los ratones, las ratas y los castores. Se parecía a un castor. Este extraño animalito tenía un par de cortos cuernos triangulares que sobresalían de la parte superior de su morro. Los machos quizá los usaran para luchar. Tenía largas garras. Vivió hace 20 millones de años, en el Mioceno, en las regiones boscosas de Texas, en el medio Oeste norteamericano. CIERVOS Las cuernas o astas son la estructura que crece más deprisa. En cien días, las astas pueden crecer hasta alcanzar la longitud de tu brazo. Para crecer a un ritmo tan increíble hace falta mucha energía. Algunos científicos creen que los machos utilizan tanta energía para desarrollar sus cuernas como las hembras para gestar sus crías. Cuando las astas crecen, están protegidas por una capa de piel suave como el terciopelo. En primavera, las cuernas viejas caen y dejan al descubierto la base de las nuevas. Los ciervos tienen cuernas. Los toros y los antílopes tienen cuernos. Normalmente, sólo los machos tienen grandes astas, aunque algunas hembras de caribú y reno también las tienen. A diferencia de los cuernos, las astas son de hueso macizo y se cambian cada año. Los carnívoros no necesitan cuernos, ya que tienen sus dientes y garras para defenderse. - Eucladoceros: También llamado astas bien ramificadas. Es un buen nombre para un ciervo cuyas cuernas podían alcanzar una longitud de casi 2 metros. Este animal, hoy extinto, tenía también espléndidas astas, con muchas ramificaciones que tomaban direcciones distintas, como si se tratara de un perchero. - Cranioceros: Sus astas se parecían mucho a cuernos puntiagudos: tenía dos verticales en la frente y una tercera curvada hacia atrás, entre las orejas. Vivió desde el Mioceno hasta el Plioceno, en América del Norte. - Hoplitomeryx: Tenía cinco astas en forma de cuerno, tres de ellas apuntando atrás y otras dos más pequeñas hacia delante, además de dos colmillos característicos. - Syntheroceras: Hoy existen mamíferos con cuernos encima de la cabeza, y otros con cuernos en el hocico, pero en épocas prehistóricas vivió un extraño animal que tenía cuernos en los dos sitios. Era un mamífero con pezuñas, muy poco habitual, de un tamaño parecido al de un ciervo actual. Pertenecía al grupo de mamíferos con pezuñas llamados Artiodáctilos. Estaba provisto con un sistema de cuernos en la cabeza, que medía 45 centímetros desde la nuca a la punta del hocico, muy original. De la punta del hocico brotaba un cuerno en forma de Y que podía medir hasta 37 centímetros de longitud, tanto como la longitud del brazo de un niño y parecía un tirachinas. A veces este cuerno podía ser más largo que la cabeza del animal. También tenía dos cuernos más cortos y curvos detrás de las orejas, que coronaban su cabeza. Protegido por estas cuatro puntas afiladas, podía habérselas ensartado a cualquier depredador que intentara atacarle. Los cuernos eran mucho mayores en los machos que en las hembras, y a veces éstas últimas tenían ausencia de ellos. Esto significa probablemente que los machos los utilizaban para luchar unos contra otros y controlar a las hembras del rebaño. Los cuernos estaban compuestos de hueso muy duro y protegidos por una capa córnea. Esta capa se renovaba cada año, como ocurre con los cuernecillos de las jirafas actuales. Cuando vivió este mamífero, gran parte de la superficie de la Tierra se volvió más seca y cálida. Las grandes llanuras cubiertas de hierba empezaron a imponerse sobre los bosques y selvas. Se adaptó particularmente bien a este entorno. Tenía fuertes dientes para mascar y triturar las hierbas duras y matorrales. La hierba es un alimento muy difícil de digerir, y por eso poseía varios estómagos que le ayudaban en el trabajo, como las vacas actuales. Medía casi 2 metros de longitud total. Vivió desde hace 27 a 10 millones de años, durante casi todo el Mioceno, y pastaba en las vastas llanuras de América del Norte. En este desfile de monstruos prehistóricos, destaca un mamífero de esbelto cuerpo y pintoresco aspecto: el Synthetoceras, que vivió en NorteAméricadurante el plioceno. En su elegante estructura, en sus finas patas, en su ágil andar, este rumiante recuerda a los ciervos y antílopes, de los cuales, además, es un lejano antepasado. Sin embargo, a este campeón de belleza no le falta el toque de lo antediluviano. Se trata de la cabeza, que parece una especie de percha, con un surtido de extraños cuernos: dos encima de cabeza, y un tercero, ahorquillado y en forma de "Y", en la punta del hocico. Debía tratarse de un arma muy peligrosa, que nuestro pacífico rumiante sólo empleaba en casos extremos: en... legítima defensa. ¿Sabíais que con el Synthetoceras se extinguieron, hacia el final del plioceno, también el Protoceras y el Syndyoceras, que habían aparecido en la Tierra en períodos precedentes al suyo? Una escenita doméstica: mamá Syntheroceras amamanta amorosamente a su pequeño, mientras, un poco más distante, el papá vela por su familia. Los pequeños y las hembras de estos mamíferos estaban desprovistos de cuernos. Enemigos del Syntethoceras eran unos feroces perros parecidos a hienas, los Osteoborus, de poderosas mandíbulas capaces incluso de triturar los huesos. Asaltado por una jauría de estos depredadores, al Synthetoceras sólo le quedaba la huida. En la estación del celo, para conquistar a las hembras, los machos del Synthetoceras combatían furiosamente entre sí, al igual que hacen los ciervos; los singulares cuernos que estos rumiantes llevaban encima de la nariz debían causar graves heridas. Los mismos eran también el único recurso, además de la fuga, de que disponían estos animeros para defenderse de sus muchos enemigos. El más antiguo antepasado conocido del Synthetoceras es el ágil Protoceras del oligoceno, del tamaño de un sabueso, que tenía sobre la cabeza ocho cuernos apenas esbozados. De éste derivó el Syndyoceras, del mioceno, del tamaño de un ciervo; sus cuernos anteriores unidos en la base, formaban una especie de "V". Perteneciente a una rama colateral, encontramos al Cranioceratus del mioceno y pleistoceno; poseía un largo cuerno que salía de su nuca. CABRAS - Paleoreas: Este pequeño animal tenía dos cuernos rectos que se enroscaban en espiral, como el actual oryx de Arabia. Tanto el macho como la hembra tenían cuernos. Vivió hace más de siete millones de años, en el Mioceno, en Europa, Asia y el norte de África. JABALÍES - Archaeotherium: También llamado animal antiguo. Se alimentaba de plantas y raíces que desenterraba con su largo hocico. Se parecía a un jabalí verrugoso, y le llegaría a la altura de la cintura a una persona adulta. Su enorme cabeza presentaba varios colmillos, y en la mandíbula inferior, extrañas protuberancias óseas. Vivió hace 30 millones de años, en el período Oligoceno. PRIMATES - Pliopiteco: Es un género de primates fósiles miocénicos, antropomorfos y relacionados más especialmente con los gibones. - Plesiolestes: Este género de primates arborícolas de pequeño tamaño, que vivieron en la época eocena. Su única especie conocida es el Plesiolestes problematicus, cuyos restos, los más antiguos de entre los primates, se han hallado en Wyoming. - Plesiadapis: Sus fósiles, encontrados en Crazy Mountain Basin, Montana, EE.UU., muestran que era un animal parecido a los lemures actuales y que podía corretear entre los árboles. Algunos científicos creen que era un primitivo miembro de nuestro propio grupo de mamíferos, los primates. - Aegyptopithecus: Era un pequeño simio, del tamaño de un gibón, que vivó en las tupidas selvas que en otro tiempo cubrían las regiones desérticas de Egipto. Tenía la frente estrecha y un hocico prominente que empezaba debajo de los ojos. Es un antepasado de los simios modernos. Vivió hace 28 millobes de años, en el período Oligoceno. - Gigantopithecus: Era un simio gigante. Algunas personas creen que aún sobrevive en el Himalaya, y que es el origen de la leyenda del yeti. CREODONTOS Y OTROS CARNÍVOROS El Ictitherium fue uno de los primeros hiénidos. Los felinos fueron los primeros cazadores furtivos. Mataban a sus presas atacándolas por sorpresa. En el Pleistoceno, los grandes mamíferos eran presa de los dientes de sable. Los osos, como el Agriotherium, se hicieron omnívoros. Los mapaches y los coatías actuales son pequeños cazadores arbóreos, pero el Chapalmalania era enorme. Las comadrejas, los armiños, las mangostas y las civetas actuales son pequeños carnívoros que cazan entre los matorrales. Un grupo de carnívoros de tipo actual está completamente extinto, los Anficiónidos, uno de ellos el Amphicyon. Los carnívoros acuáticos y los animales actuales que comen peces también están emparentados con los carnívoros primitivos. Las fosas, los leones marinos y las ballenas descienden de una misma rama. HIÉNIDOS - Ictitherium: También llamado bestia pez. Fue uno de los primeros hiénidos. Se trataba de un carroñero, o sea que comía animales muertos, y además cazaba. Se parecía bastante a las civetas actuales. OSOS - Agriotherium: Los osos, como este animal, abandonaron la dieta exclusivamente carnívora de sus antepasados carnívoros y se hicieron omnívoros. Como los osos de hoy, comía bayas, insectos y peces además de carne, como un oso bezudo. MAPACHES - Chapalmalania: Este animal era enorme, del tamaño de un panda gigante actual, pero era un antecesor de los mapaches y los coatíes, que, como son básicamente cazadores arbóreos, por eso tienden a ser pequeños. Este mapache gigante era también vagamente similar al panda actual. Poblaba América del Sur en el Plioceno. ANFICIÓNIDOS - Amphycion: Es un representante del grupo de los Anficiónidos, y le daba el nombre. Este grupo está completamente extinto, a medio camino entre los osos y los cánidos. Este mamífero se parecía a estos dos animales. No tiene ningún descendiente. Vivió en el Mioceno en Europa. | | |