Gimnospermas
Las gimnospermas son un filo de plantas fanerógamas o espermofitas, que tienen el óvulo desnudo, es decir. sin proteger el interior de un ovario; por lo tanto, no tienen frutos, ya que los frutos se forman a partir de las paredes de un ovario. Las gimnospermas forman un grupo muy primitivo de plantas, pues aparecieron hace unos 350 millones de años. Actualmente hay unas 700 especies, casi todas agrupadas en la clase de las coníferas. Las gimnospermas son plantas leñonas, o arbustos y árboles, que se agrupan formando extensos bosques. Son plantas de hoja perenne, y sus tejidos conductores no son verdaderos vasos, sino unas células alargadas denominadas traqueides. Las gimnospermas son plantas monoicas, es decir, cada planta posee simultáneamente los dos sexos. Sin embargo, sus flores son unisexuales, es decir, en una misma planta hay flores masculinas y flores femeninas distintas entre sí. Las flores femeninas no tienen cáliz ni corola; sólo tienen una bráceta, una escama y dos óvulos. Estas flores se agrupan alrededor de un eje floral y dan lugar a una inflorescencia denominada cono femenino o piña. El óvulo contiene al final de su desarrollo un saco embrionario con dos arquegonios que contienen dos oosferas o gametos femeninos cada uno. Las flores masculinas están constituidas por una escama y dos casos polínicos o microsporangios. También forman conos al agruparse alrededor de un eje floral. En los sacos polínicos se forman las células madre que dan lugar a los granos de polen, en cuyo interior hay dos anterozoides o gametos masculinos. Para favorecer la polinización, los granos de polen tienen dos sacos aéreos que favorecen su llegada hasta la flor femenina. En la fecundación, uno de los anterozoides se une a una oosfera, que origina un cigoto diploide que dará lugar al embrión. El embrión queda englobado en células de reserva, el endospermo o albumen, y protegido por el tegumento del óvulo, que se hace leñoso. El proceso de formación de la semilla es muy lento, pues el grano de polen tarda un año en germinar, y tarda otro año en completarse la formación del piñón, que es la semilla de las coníferas. |