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La música de McCartney inunda Barcelona Una sobria, pero efectiva puesta en escena, sin estridencias, pero vistosa y colorista, inundó las tres horas de música. Un comienzo evocador, repleto de personajes de mundos diversos: acróbatas, contorsionistas, bailarines…abría el show. Personajes que recordaban un poco a los seres que poblaban un Magical Mistery Tour, o aquel Submarino Amarillo, escapados de mundo de ensueño y fantasía. Tras ese virtual recorrido por el particular mundo de McCartney, el cantante irrumpe en el escenario junto a los primeros acordes de Hello Goodbye, uno de los temas menos significativos del cuarteto de Liverpool, pero adecuado al momento. El San Jordi estalla en una ovación; la espera ya se estaba haciendo larga. En ese momento se comienza a cumplir el sueño de miles de personas asistentes: asistir al directo de un Beatle. Jet y All my living son las canciones siguientes. Tras ellas McCartney saluda en un chapurreado español. Advierte que intentará hablar en castellano, pero que ya hace mucho tiempo que lo estudió en el colegio. La canción que presenta a continuación “is from the sixties” singular eufemismo que a lo largo del concierto la banda utiliza para designar canciones pertenecientes a la etapa beatle. Comienza a sonar Getting Better ; el público la recibe con fervor, pues según nos advierte el anfitrión, antes de este show esta canción no había sido interpretada en directo. Unas pantallas situadas en la parte superior del escenario emiten unas imágenes que, probablemente, a Paul le haya ido sugiriendo cada canción. Imágenes surrealistas, pintorescas, dibujadas o reales acompañan a cada tema y hacen mas sugerente y vistoso el show. Algunas incluso vuelven a rezumar referencias al particular mundo del cantante: la psicodelia, el blanco y negro… Tras Coming Up, Let Me Roll It, Lonely Road, Driving Rain, perteneciente a su último trabajo discográfico y Your Loving Flame, la banda se retira y deja a Paul solo en el escenario junto a su guitarra. Simplemente con la compañía de ésta, McCartney nos regala el tema Blackbird que logra arrancarle grandes aplausos al público. En esta misma tesitura, el show continúa con Every Night, We Can Work It Out, y Mother Nature´s Son. Si la fuerza del grupo que acompaña a Paul inunda el escenario de ritmo y buenas vibraciones, el hecho de verle solo en el escenario, haciendo surgir esas notas tan familiares de su guitarra, resulta sobrecogedor. Su voz, perfectamente perceptible ahora, muestra levemente el paso de los años, pero suena con más intensidad que nunca: la intensidad y el calor del directo, de la cercanía. Por Guadalupe Gómez Salazar |
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