Talarurus
Significado:
cola con cresta
Dimensiones:
medía 5,7 metros de largo.
Época: vivió hace 80 millones de años, en
el Cretácico superior
Lugar: en Mongolia
Descripción: Aunque su nombre significaba
cola con cresta, eran en realidad los huesos de sus caderas los que tenían
esta tenían forma. A cada lado de su espinazo, las costillas estaban unidas a
una pelvis en forma de repisa. Los potentes músculos que se fijaban a las
caderas le ayudaban a balancear la cola y a mover sus grandes cuartos
traseros. Era un anquilosáurido, y sus primeros fósiles fueron encontrados a
principios de la década de 1950, bautizándole así Maleev en 1952. Su cráneo y su esqueleto demostraban que tenía una
armadura asombrosa para defenderse de sus enemigos. Tenía una armadura tan
sólida como la de un caballero medieval. Como vivió al mismo tiempo que
muchos feroces carnívoros, necesitaba unas buenas defensas. Parecido a un
tanque acorazado con patas, era más largo que dos coches pequeños seguidos.
Su cuerpo estaba cubierto por placas óseas, dispuestas en franjas que
resultaban a la vez sólidas y flexibles. Con su pequeña cabeza casi a ras de
suelo, se abría paso entre la vegetación. El cráneo de 1 metro de longitud
estaba fuertemente protegido con placas y nódulos óseos. Tenía un sentido
de olfato excelente y unas placas óseas encima de los párpados para proteger
los ojos. Se alimentaba de plantas y matorrales bajos, desgajando brotes con
su ancho pico sin dientes. En las mandíbulas tenía dientes pequeños y
débiles para masticar la comida, pero el trabajo duro de triturarla se
realizaba en el interior del musculoso estómago. Su pesado y achaparrado
cuerpo estaba sostenido por cuatro musculosas patas, unidas a los omoplatos y
la pelvis por fuertes músculos que ayudaban al dinosaurio a moverse
ágilmente, pese a su tamaño. Mientras se alimentaba pacíficamente, su buen
sentido del olfato es probable que le ayudara a advertir a tiempo si se
acercaba un depredador. Desde la parte superior de la cabeza hasta la punta de
la cola, tenía una coraza blindada con espinas huecas, pero un cazador
decidido podía encontrar su punto débil. Si un carnívoro conseguía
acercarse lo suficiente para ponerlo patas arriba, estaba perdido. Su blando
vientre carecía de protección, y era un blanco fácil para los afilados
dientes y las mortíferas garras de los depredadores. Por eso necesitaba
mantener a distancia a sus enemigos. Tenía otra arma muy eficaz, que
utilizaba para repeler a depredadores que le doblaban en tamaño. Su cola
terminaba en una porra ósea que podía blandir de lado a lado con gran
fuerza. Incluso un enemigo peligroso y mucho más grande que él podía ser
derribados. Con la pata rota, el depredador yacería indefenso, a merced de
otros carnívoros, mientras el anquilosaurio se alejaría para ponerse a salvo.
Aun con un cuerpo pesado, no era el miembro más lento del mundo de los
dinosaurios. Probablemente era capaz de mantener el paso de los grandes
saurópodos.