Significado:
significa reptil tabla.
Dimensiones:
medía 5 metros de largo y era casi tan alto como un hombre.
Época: Vivió hace 75 millones de años, en
el Cretácico superior.
Lugar: -
Descripción: Desde el cráneo hasta la punta de la cola, estaba totalmente
protegido de los enemigos. Su lomo estaba cubierto por un escudo de púas
óseas. Tenía la longitud de un cocodrilo del Nilo y avanzaba ágilmente a
cuatro patas. Tenía el cráneo muy duro. Cuando nacemos, los huesos de nuestro
cráneo presentan pequeñas aberturas entre ellos. Estos huesos se van acercando
unos a otros a medida que crecemos. Los expertos que estudiaban el cráneo de
un joven dinosaurio como éste descubrieron que las placas óseas de su cráneo
también estaban separadas. A medida que el dinosaurio crecía, las placas se
fusionaban. En el interior del hocico había muchos huesos curvos y finos que
en conjunto discurrían formando una S. Estos conductos nasales estaban
cubiertos por membranas que probablemente le ayudaban a respirar mejor,
calentando, filtrando y humedeciendo el aire. Los grandes tiranosáuridos
bípedos no eran rival para el tenaz dinosaurio. Aunque mucho más pequeño, este
dinosaurio acorazado tenía un arma mortal; un golpe lateras con la pesada maza
de su cola podía derribar fácilmente al atacante más peligroso. Si conseguía
romperle una pata o una cadera al depredador, a éste le era imposible volver a
incorporarse. Cuando el vencedor se retiraba tras la batalla, su enemigo
permanecía tumbado, indefenso a merced del primer carnívoro que pasara. La
maza de la cola estaba hecha de huesos soldados. Era dura y pesada como un
gran pedrusco. Necesitaba unos fuertes músculos en la cola para levantar la
maza y blandirla de lado a lado. Unos largos y poderosos músculos se extendían
desde las caderas y patas del dinosaurio para sostener la cola y hacerla
flexible. Tenía defensas tan formidables, que sólo los depredadores más
hambrientos osarían atacarlo. Los expertos creen que la única manera de vencer
a un Anquilosáurido era tumbarlo patas arriba y morderle el vientre
desprotegido. El problema del carnívoro era cómo acercarse lo suficiente al
dinosaurio para conseguirlo. Tenía un cráneo corto, de unos 57 centímetros de
longitud, y grueso que se curvaba hacia abajo hasta formar un pico de loro sin
dientes. En el interior de la boca tenía hileras de dientes pequeños y débiles
que condicionaban su dieta. Probablemente evitaba los tallos duros y las
agujas de pino y, en cambio, ingería los blandos y bajos helechos fáciles de
masticar. Comparado con algunos de sus parientes era bastante pequeño. Su
delgado cuerpo estaba cubierto por franjas de protuberancias óseas que se iban
haciendo más pequeñas en dirección a la cola. A pesar de esta armadura, era
bastante ágil para su tamaño. Cuando caminaba sobre sus cuatro robustas patas,
rematadas por delicados dedos, tenía razones para sentirse seguro.