Bothriospondylus
Bothriospondylus: Significa vértebra desenterrada. Su nombre es debido a que hasta ahora los
únicos fósiles que se conocen de él se basan en haber encontrado unos pocos
huesos, principalmente vértebras. Con estos huesos, los expertos consiguieron
las pistas necesarias para hacerse una idea de su aspecto. Aunque era muy
grande, no lo era tanto como muchos de sus parientes cercanos. Fue descubierto
en Madagascar, una isla situada frente a la costa oriental de África, en el
océano Índico. A principios de este siglo se realizaron importantes
descubrimientos en África oriental. Entre 1.909 y 1.912, se encontraron sólo
en Tanzania más de 200 toneladas de huesos de dinosaurio. Entre los numerosos
hallazgos había fósiles de grandes saurópodos, que vivieron más o menos al
mismo tiempo que éste y se alimentaban en las selvas africanas de finales del
Jurásico. Antes, los expertos creían que los grandes saurópodos pasaban la
mayor parte del tiempo en el agua, porque parecía imposible que pudieran
sostener su enorme peso en tierra firme. Hasta las fosas nasales de este
animal estaban adaptadas para vivir en el agua. Se situaban en la parte
superior de la cabeza del dinosaurio, y se creía que le servían de
respiraderos, como la toma de aire, llamado snorkel, de un submarino. En los
últimos 20 años, los expertos se han dado cuenta de que no vivía en el
agua. Si un gran dinosaurio se sumergiera, la presión del agua hundiría sus
pulmones y se le pararía el corazón. Al contrario, las patas macizas y su
espinazo reforzado indican que podía vivir en tierra firme. La patas
delanteras eran más largas que las traseras, y su cuerpo se curvaba hacia
abajo a partir de los hombros, como las jirafas. Podía pastar entre las copas
de los árboles más altos, adonde no llegaban otros herbívoros de cuello
más corto. En el Jurásico había altos helechos arbóreos, de largo tronco
sin hojas, y sólo los dinosaurios de cuello largo podían alcanzar las
apetitosas hojas de las copas de los árboles. Los animales que pasan mucho
tiempo en el agua, como el hipopótamo, suelen tener las patas cortas, la
planta del pie ancha y el cuerpo en forma de barril. Pero este dinosaurio
tenía las patas parecidas a las de un elefante, y el tórax estrecho y
alargado. Probablemente vagaba por las orillas de lagos y pantanos, utilizando
las garras para no hundirse en el terreno cenagoso. Con su largo cuello,
podía llegar al centro de una charca y beber sin mojarse las patas.
Probablemente tenía un agudo olfato, porque sus anchas fosas nasales estaban
situadas en la parte superior de la minúscula cabeza, por encima del nivel de
los ojos. Algunos expertos han sugerido que las fosas nasales de los
Braquiosáuridos tenían un revestimiento que absorbía calor para refrigerar
el pequeño cerebro. Medía hasta unos 20 metros de longitud. Vivió hace 180
millones de años, a mediados del período Jurásico, en Madagascar y este de
África.