Apatosaurus
Apatosaurus: Significa
reptil despistado. El nombre se debe a las razones antes mencionadas, por lo
del cráneo perdido. Sus principales atacantes era depredadores como el Allosaurus.
Para huir de ellos, el dinosaurio se iba corriendo hasta ocultarse entre los
árboles o los helechos gigantes. Si estaba lejos de estos lugares, tendría
que correr a toda la velocidad que su cuerpo le permitía. Al correr,
posiblemente debido a su gran peso, dejaba grandes huellas. Con ellas,
posiblemente el carnívoro se tropezase con ellas, por la profundidad de
éstas. Además, podía darle fuertes golpeas con su cola extremadamente
larga, gruesa y flexible. El final de la cola, que constaba con cerca de 80
huesos, era muy delgado y podía funcionar como un eficaz látigo. En los
últimos años, se ha descubierto que algunos saurópodos podían elevar las
patas delanteras que, además de servirles esta posición para alimentarse de
las copas de los árboles más altos mejor, le servía para dar fuertes
patadas con las garras pesadas delanteras de los brazos que, impulsadas por
toda la potencia del dinosaurio, podían dejar fuera de combate a la mayoría
de los depredadores. También se ha pensado que podía dar coces con las patas
traseras con el mismo sistema. Su cráneo era aproximadamente de ancho como el
perímetro de su cuello. Este cuello era muy largo y contenía 15 enromes y
largos huesos. Era sostenidos por poderosos músculos dispuestos a lo largo de
las vértebras de éste. Se alimentaba de las hojas de los árboles más
altos, recortándolas con sus débiles mandíbulas que tenían largos dientes
que funcionaban como clavijas picudas. Su cuerpo era semejante a un dirigible
con dos enormes prolongaciones, todo ellos sostenido por cuatro patas como
columnas. Este dinosaurio de la familia de los diplodócidos podía alcanzar
los 21 metros de largo, las 20 toneladas de peso y era de los saurópodos más
corpulentos. Vivió hace 150 millones de años, a finales del período
Jurásico, en Norteamérica.