Según Kelly Henry, analista de IDC, el problema hace que los equipos ejecuten la
instrucción reset aleatoriamente y aparece cuando se verifica la memoria de segundo nivel
para comprobar que todos los procesadores (en configuración multiprocesador) están
utilizando los mismo datos.
El bug sin embargo parece no afecta a las estaciones de trabajo, ni a los Pentium II y
Celeron (de los que toman el diseño base), según Nathan Brookwood, principal analista de
Dataquest.
"Sólo a las versiones para servidores", completa. El problema es especialmente
grave ya que el Xeon está orientado a servidores de tareas críticas donde la estabilidad
tiene que ser a prueba de bomba. Por esto, se prevé que los servidores Hi-end basados en
este nuevo procesadores no estén tan pronto como se esperaba en el mercado, puesto que al
necesitar de una fiabilidad absoluta son probados hasta la saciedad a fin ofrecer una
garantía total a sus compradores.
Recordemos que cuando el Pentium Pro fue lanzado, por ejemplo, los sistemas con
configuración multiprocesador no aparecieron hasta seis mese después, tiempo que
Brookwood no cree que pase antes de que este tipo de máquinas utilice el Xeon, aún con
problemas de diseño (sic).
Parece que las prisas de Intel por lanzar nuevos productos está llevando a sus
departamento técnicos, sin duda sometidos a presiones descomunales por los de marketing,
a ofrecer productos que no ofrecen todas las garantías necesarias.