Windows 98 ha estado y sigue estando en el punto de mira de la industria, gobiernos y
competidores. Mientras un sector importante de la industria y porque no decirlo de
usuarios, esperaba con impaciencia este lanzamiento, otro segmento importante ha criticado
y denunciado, quizás, la aportación mas novedosa de Windows98, la integración de
Internet Explorer como eje central del sistema operativo.
No han faltado demandas, ni acusaciones de "anticompetitivdad", de las que
nos hacemos eco en este especial, por parte del Departamento de Justicia USA y empresas
como Netscape y SUN, entre otras. Bill Gates, CEO de Microsoft, respondió a algunas de
las demandas del Departamento de Justicia, principalmente a aquellas que se refieren a la
incorporación de Netscape Navigator en Windows 98, como si se exigiera a CocaCola la
inclusión de latas de Pepsi en sus packs de bebidas. Una respuesta quizá, jocosa, pero
que no escondía el malestar de su empresa ante la actitud de una administración que
estaba dispuesta a empeñar su prestigio y el dinero de los contribuyentes en la defensa
de su máximo competidor en el mercado de Internet.
Y es que tanto tiempo hablando de la revolución Internet, sociedad global de la
información, nuevos paradigmas y otras grandes frases elocuentes para darnos cuenta que
tras todos estos conceptos grandilocuentes las administraciones no han comprendido aun lo
que Internet representa y puede representar para los ciudadanos y las empresas.
Uno de los grandes adalides en la lucha contra Microsoft lanzo como lema publicitario
"El ordenador es la red" y es precisamente esta aportación la mas significativa
de Windows98. El usuario podrá navegar desde su sistema operativo, el
"explorador" deja de ser una herramienta local para convertirse en la
herramienta global de navegación por Internet.
Nadie está obligado a usar Windows98, ni por supuesto dejar otros sistemas operativos
existentes en plataformas PCs como Linux, SCO o Solaris. Es sencillamente una decisión
personal o corporativa y los fabricantes deben tener total libertad para mejorar sus
productos incorporando aquellos elementos que signifiquen mayores ventajas a los usuarios
y una adaptación a los nuevos tiempos. Y en definitiva que sea el usuario quien decida
que compra y que sistema usa con total libertad de elección.