César L. Solaz (corresponsal@noticias.com) - La Organización de Consumidores y
Usuarios ha sido la primera en levantar la liebre ya que no le salen las cuentas. ¡Así
de claro! Telefónica podría estar facturando importes que no se corresponden con la
realidad. Esta factura recoge dos períodos, el anterior y el posterior al
"tarifazo", cuando se subieron espectacularmente las llamadas metropolitanas y
se bajaron todas las demás -justo, donde tiene está presente la competencia de
Retevisión-. Además del cambio de tarifas, subió la cuota de abono y se redujo la
llamada mínima a menos de 3 minutos, con lo que se genera un cuadro difícilmente
comprensible, ya que se ha unido en una sola factura única llamadas, cuotas y demás de
dos períodos de tarificación distintos.
El problema de la subida de 200 pesetas en la cuota no tiene mayor trascendencia porque
Telefónica la cobra por adelantado. Lo que sí empieza a ser agua cenagosa es el resto de
conceptos.
En la factura que ha llegado estos días a los buzones de los clientes se factura parte
de junio, todo julio y parte de agosto -con variaciones en función del lugar y la
provincia de residencia-. Aquí debería haberse desglosado la factura en dos períodos:
el anterior y el posterior a la subida. Pero no... Telefónica ha tarifado todas las
llamadas metropolitanas por minutos y ha dejado en blanco la casilla correspondiente a los
pasos. ¿Por qué se ha dejado entonces esta casilla? ¿Para recordar un pasado más
suculento en los ingresos quizás? Cada uno que piense lo que más guste, ya que la única
explicación al respecto es una nota en la que se recuerda que las tarifas han variado
respecto a la última factura recibida.
Es decir, con este batido recién salido del turmix que son las tarifas de este mes, no
hay forma de saber qué se ha facturado y con qué método. Para José María Múgica,
portavoz de la OCU, "no tiene justificación que Telefónica haya comenzados a
facturar por minutos antes de tiempo. Es una prueba más de una manera de actuar que tiene
que desaparecer".