Mayores velocidades
Una de las principales novedades del nuevo Pentium III es su velocidad: los primeros
modelos estarán disponibles a 450 y 500 MHz, aunque Intel ya ha prometido una versión de
600 MHz para dentro de muy poco.
En principio, la empresa no pretende lanzar ninguna versión más rápida de los
Pentium II, de manera que los que deseen que su máquinas vayan más rápido deberán
adquirir un procesador de esta última generación.
Nuevas instrucciones
El Pentium III cuenta con 70 nuevas instrucciones, diseñadas para mejorar el
rendimiento de los gráficos 3D y las aplicaciones multimedia. Se trata de un conjunto
parecido al MMX que se estrenó en los Pentium clásicos, aunque incrementado. Los
usuarios de Windows que pretendan sacar partido a estas nuevas instrucciones deberán
instalar los controladores de Microsoft para gráficos DirectX 6.1 en sus máquinas.
El controvertido número de serieç
El nuevo número de serie de los Pentium III ha causado mucha polémica, sobre todo,
entre los grupos de defensa de la privacidad. Cada Pentium III tendrá un número de serie
único que Intel asegura ser una forma de aumentar la seguridad del comercio electrónica,
ya que será posible que las tiendas virtuales verifiquen unívocamente la máquina desde
la que se está haciendo un pedido.
Tras mucho discutir sobre el tema, Intel ha aceptado producir Pentiums III con este
número identificativo desactivado por defecto de fábrica, siendo necesario ejecutar un
programa para "activarlo". Sea como fuere, los primeros procesadores que han
aparecido tienen la identificación electrónica activada.
Para aplacar los temores de los defensores a ultranza de la privacidad, Intel asegura
que para que el número de identificación de los Pentium III pueda ser leído desde
Internet, el usuario deberá aceptar la ejecución de un pequeño programa o control
ActiveX, con lo que será imposible leerlo sin autorización previa.
¿Vale la pena?
Para los que siempre buscan la máxima velocidad, el Pentium III sí vale la pena,
sobre todo, si en estos momentos ya cuenta con una placa Pentium II, ya que para realizar
la actualización basta con quitar uno y pinchar otro.
Si lo que se pretende es sacar partido de las nuevas instrucciones del chip para
mejorar el rendimiento de los juegos o de los programas gráficos, el cambio no tiene
tanto sentido, ya que, aunque la última versión de DirectX soporta las nuevas
instrucciones, los programas han de estar diseñados para aprovecharlas también. Es
decir, que seguramente será mucho más rentable invertir en una buena tarjeta
aceleradora, que además de ser infinitamente más barata que un Pentium III, seguramente
mejorará espectacularmente el rendimiento de este tipo de programas.