No pocas críticas recibieron las primeras versiones del Celeron por su escasez de potencia, que incluso era inferior a la de los Pentium clásicos, causada por la ausencia de memoria caché de segundo nivel. Intel (http://www.intel.com) parece dispuesta a rectificar y las nuevas versiones de este chip incorporan este elemento.

Rectificar es de sabios, sin duda, pero Intel se encuentra ahora con que sus Celeron A, como se han bautizados estas nuevas versiones de 300 y 333 MHz, tienen un rendimiento cercano a los Pentium II, con lo que su política inicial de ofrecer un chip para cada sector del mercado se viene abajo. La similitud de rendimiento podría provocar un auténtico canibalismo entre estas dos líneas de chips; recordemos que los Celeron y los Pentium II comparten tecnología. Ahora se entienden, pues, las prisas por dejar de producir la versión a 266MHz del Pentium II; aunque la explicación oficial era la proximidad de precio entre esta versión y la de 300 MHz, algo sin duda cierto, se trata nuevamente de forzar el mercado hacia delante, obligando a comprar siempre algo más veloz.