De momento el marcador en la pelea entre Microsoft (http://www.microsoft.com) y el Departamento de
Justicia de Estados Unidos (DOJ) va 2 a 1. Con el retraso de 15 días en el inicio del
juicio por presunto monopolio, la empresa de Bill Gates tiene mucho más tiempo para
preparar a su personal para enfrentarse a los fiscales. Con la declaración a puerta
cerrada, se evita que el escándalo inicial de producirse- explote en masa a las
pocas horas de terminar las sesiones de preguntas y se proteja de esta manera la
privacidad de los testimonios.
Precisamente este último punto ha sido objeto de una encarnizada batalla en los
últimos 10 días. Medios como Reuters, The New York Times y PC Magazine, se había
acogido a una ley de 1913 para recamarla. Según esta ley, las declaraciones sobre
presunto monopolio deberían ser públicas y abiertas a cualquiera. Microsoft argumentó
que esto "interferiría seriamente la capacidad de Microsoft para preparar su
defensa" y afectaría a la seguridad de sus secretos comerciales. Los testimonio,
finalmente, serán grabados en vídeo, por si fuera necesario publicarlos una vez se dicte
la sentencia final.
Hasta aquí todo son alegrías para la empresa de Redmond, pero Bristol Technology (http://www.bristol.com)
acaba de presentar una nueva demanda antimonopolio contra Microsoft. Bristol es un
pequeño creador de software de Connecticut que lleva bastante tiempo desarrollando y
vendiendo software de simulación que permite a ejecutar programas Windows sobre otros
sistemas operativos- Unix principalmente-, y que durante años había colaborado muy
estrechamente con la empresa de Gates. Pero cuando surgió Windows NT, las cosas cambiaron
sustancialmente, ya que este sistema operativo competía directamente con Unix y un
sistema de simulación de este tipo era contraproducente para Microsoft, que optó dice
Bristol- por endurecer las condiciones de su contrato de colaboración y negar el acceso
al código fuente del nuevo sistema operativo.
Microsoft jura y perjura que la denuncia de Bristol no tiene el menor fundamento,
aunque el fiscal general de Connecticut uno de los 20 estados que se ha querellado
contra la empresa-, Richard Blumenthal ya ha advertido a medio Estados Unidos que mirará
con lupa las alegaciones de Bristol.