El nuevo lenguaje para la definición de páginas web fue aprobado como estándar el
pasado febrero por el World Wide Web
Consortium (W3C) los gobernantes ad hoc de la Red-. Desde entonces, Adobe Systems, IBM, Lotus, Microsoft, y Netscape Communications ya han dado su soporte.
Pero, ¿exactamente qué es XML? Las páginas web actuales son una mezcla de texto y
gráficos controlados por el Hypertext Markup Language (HTML). El HTML es una buena
herramienta para crear la estructura de una página, pero es incapaz de describir sus
contenidos no puede identificar un número como precio o un texto como una nota de
autor-. Estas carencias en la descripción de contenidos representan una serio
reivindicación por parte los usuarios de Internet.
El potencial del XML se extiende más allá de Internet. Las páginas generadas con
este nuevo estándar son ideales como plataforma de transferencia de datos entre
programas. Microsoft ya ha anunciado que la próxima versión de Office (que será
comercializada a finales de este año o como máximo a principios de 1999) usará el XML
para transferir información de una aplicación a otra sin perder su formato original.
Lotus, por su parte, hará algo parecido con la próxima versión de su suite. Las
bondades multiplataforma de esta nueva iniciativa son equiparables a las que en su día
supuso el formato de textos RTF.
Pero antes de que el XML pueda hacer realidad sus promesas, tiene que superar dos
obstáculos. Primero el del soporte por parte de los navegadores; actualmente sólo el
Internet Explorer 4 de Microsoft lo hace, y se espera que la versión 5 de Communicator
también. Pero millones de internautas todavía usan navegadores antiguos que serán
incapaces de visualizar las nuevas páginas que se creen. En segundo lugar, los
proveedores de contenidos han de implementar el XML de forma sólida. El cumplimiento de
estas dos condiciones es esencial para crear una base firme sobre la asentar el nuevo
estándar.
A tenor del caos que se vive dentro de Internet, se prevén dificultades para
alcanzarlo. Esta es una de las razones por la que los expertos prevén que todavía
tendrá que pasar un año antes que los efectos del XML se dejen notar. "Pero es que
el nuevo lenguaje tiene tantas ventajas", Donald DePalma, analista de Forrester
Search (Cambridge, Massachusets), "que la cooperación necesaria para que funcione
sin duda llegará".