La licencia de la tecnología del bus P6 perteneciente al Pentium II supondrá que por
primera vez Intel compita en el mercado de los procesadores Pentium II. También podría,
al menos en un campo concreto, aplacar las preocupaciones de la Federal Trade Commission (uno de los dos
organismos, junto al departamento de justicia, que investiga los monopolios en Estados
Unidos) en el sentido de que el gigante del chip utiliza injustamente su monopolio sobre
la propiedad intelectual. La FTC lleva a cabo actualmente una investigación antimonopolio
sobre Intel similar a la llevada a cabo sobre Microsoft.
Paul Otellini, vicepresidente ejecutivo y director general del departamento de
microarquitectura de Intel, dijo a la audiencia del PC Tech Forum
en un discurso que se había concedido la licencia del bus P6 a un tercero, y que esta
compañía comenzará a vender microprocesadores en un futuro cercano. "Hemos dado
una licencia a una compañía tercera que fabricará procesadores" dijo, añadiendo:
"Daremos la licencia a otras compañías... Nuestra filosofía es valor por
valor" implicando que estas licencias llegarían a un alto coste.
El chipset trabaja junto al procesador principal y su bus, y juntos constituyen el
núcleo electrónico de un ordenador. El bus P6 es la principal vía de datos para el
Pentium II, una pieza crítica de la propiedad intelectual del chip. El término P6 es
habitualmente utilizado para describir la arquitectura que forma la base de Pentium Pro,
Pentium II y futuros procesadores compatibles con Pentium II.
Hasta hace poco, Intel no había dado licencias de la tecnología del bus P6 a
terceros, consiguiendo así un monopolio virtual en el mercado de procesadores compatibles
con Pentium II. Este control provocó quejas de analistas así como vendedores de
procesadores, así como la preocupación de los reguladores (la FTC).
Otellini no dio el nombre de la compañía, pero algunas fuentes creen que un candidato
es Standard Microsystems Corporation (SMC), compañía que hace chips input/output para
principal circuito de la tarjeta del PC. Opti, un fabricante de chips doméstico, es otra
posibilidad, así como Toshiba.
Además, varios fabricantes pueden recibir la licencia de la tecnología. Analistas y
fuente cercanas a Via Technologies y Acer Laboratories afirman que las dos compañías
pueden comenzar a fabricar y vender procesadores Pentium II.
Cualquiera de estas empresas podrá en el futuro recibir la licencia del P6 de Intel.
Además, aunque estas compañías no consiguen licencias directas de Intel, algunas
intentarán llevar chips P6 al mercado en compañía de IBM, lo que les aislaría de
cualquier problema legal, según las fuentes. Otellini utilizó también la ocasión para
pedir a compañías de PC a que expandan sus ofertas de productos y busquen posibilidades
de crecimiento.
Durante mucho tiempo, los fabricantes de PC se han contentado con conseguir cuota de
mercado de los demás y concentrarse en reducir costes para mejorar sus resultados, dijo
Otellini. El mercado, no obstante, ha cambiado, forzando a los vendedores de ordenadores a
centrarse en el volumen de ventas y la segmentación de mercado. Si la industria continua
creciendo, los vendedores de PC deberán comenzar a incorporar nuevas tecnologías en las
máquinas, como el reconocimiento de voz y la tecnología de "uso-fácil",
aunque eso aumentará el coste y el riesgo.
"Tendréis que preocuparos de que tenga éxito", dijo "si no, tendremos
un crecimiento anémico, y el crecimiento de este negocio es nuestra responsabilidad
colectiva". Esta estrategia permitirá a los vendedores de PC tomar una perspectiva
más amplia del mercado. Casi todas las iniciativas tecnológicas de Intel han tardado
cuatro años en tener éxito. Los vendedores de PC deberían pues no esperar un resultado
inmediato.
Los fabricantes de PC han sido reticentes a adoptar nuevas tecnologías, pero algunos
comienzan a avanzar. Sony ha adoptado
el IEEE, un protocolo plug-in que permitirá a los usuarios a conectar diversos aparatos
electrónicos al PC. Los sistemas Sony basados en 1394 comenzarán a aparecer en Estados
Unidos al final de este año.
El IEEE aumenta el coste de fabricación en 9 dólares (1350 pesetas), una cantidad
aparentemente pequeña que ha causado algunos impedimentos "9 dólares en un PC de
799 es bastante, mientras que en uno de 1199 está bien", admitió Otellini.