IE 5 soporta dos nuevos estándares, el HTML Dinámico y el CCS2 (Cascading Style Sheets), que permitirán a los diseñadores de páginas web integran “comportamientos” a los objetos presentes en páginas. En el momento en que un navegante visita un web diseñado con estos comportamientos, es posible cambiar su color, su orden y otros atributos. Que el tipo de letra en un párrafo concreto es demasiado pequeño, pues basta con cambiarlo; las modificaciones sólo afectan a la visualización de ese usuario concreto, sin cambiar para nada la página original.

Gracias a otra nueva característica, las configuraciones elegidas por el usuario para una determinada página son guardadas en el disco duro, de manera que cada vez que se acceda a ella, la página será visualizada tal y como deseaba el usuario. Estos ficheros de configuración –de persistencia, según Microsoft- son algo mayores que las cookies, pero también son capaces de almacenar más información.

La segunda novedad importante es el soporte de CCS2, un sistema de estilos para páginas web del World Wide Web Consortium (W3C). Mediante esta facultad uno podrá pasearse por una tienda virtual e ir añadiendo producto a la cesta de la compra, para después calcular el total de la factura sin tener que rellenar un solo formulario; todo de forma automática.

Como colofón, la versión 5.0 del Internet Explorer es más fácil de usar; posee un Grabar como con mayores capacidades, de manera que ahora es posible grabar una página web entera con sus respectivos gráficos y demás elementos –algo que ya estaba presente en Navigator desde su versión 3, por cierto-. Pero el cambio más notable está en el rendimiento apreciable de este navegador; esta nueva versión, aún en fase beta, es mucho más rápida al mostrar un página web, lo que hace suponer que la versión final, será todo un prodigio en comparación a la actual 4.0.