La confusión podrá provocar desde un malfuncionamiento temporal del sistema de
control de tráfico aéreo y de la red de distribución de la electricidad, generando una
crisis global. La Reserva Federal de Estados Unidos vaticinó que los empresarios
norteamericanos entregarán más de 50.000 millones de dólares para resolver el problema,
indicó el periódico. El Gobierno federal de Estados Unidos tendrá que disponer de cerca
de 5.000 millones de dólares para recodificar los ordenadores, sin embargo hasta ahora
sólo un 40% de sus 7.336 sistemas "críticos" fueron restaurados.
Los analistas citados en el periódico estadounidense vaticinaron que el presupuesto
global para resolver el problema del Y2K oscilará entre 300.000 millones a 600.000
millones de dólares -bastante más de lo que costó la crisis del Golfo Pérsico y el
terremoto japonés de 1995. Un economista del Deutsche Bank Securities, Edward Yardeni,
declaró al Washington Post que hay un 70% de posibilidades de que el problema del Y2K
origine una recesión económica similar a la crisis del petróleo de 1973-1974.
Por su parte, el periódico New York Times (http://www.nytimes.com) urgió al Gobierno
estadounidense a que acelere sus esfuerzos y de más información sobre el problema.
"Los expertos indican que los aspectos más peligrosos del problema son que muchos
sistemas -desde misiles a cañerías de gas o equipamiento de un hospital- dependen de
billones de diminutos chips empotrados que tendrían que ser encontrados por los
ingenieros para su reprogramación o reinstalación" indicó el New York Times.
Incluso si todos los sistemas federales se actualizan, podrían surgir problemas con
los gobiernos estatales y locales que no están actualizados, añadió el periódico.
Según el periódico, por más que las empresas de Estados Unidos actualicen sus
computadoras, sus sistemas de redes podrían derribarse en contacto con otros sistemas que
no sean sensibles a Y2K.
Muchos empresarios temen que un fracaso en los esfuerzos para resolver el problema
podrían finalizar en demandas legales. Sin embargo, la no toma de medidas prácticas
constituye potencialmente un mayor peligro, indicó el New York Times. "La
resolución del problema costará varios miles de millones. Pero eso no es nada comparado
a si se comprueba que los temores de muchos expertos son ciertos", concluyó el
periódico.