“¿Cómo consiguen los spammers sus listas de direcciones a las que atormentar?”, figuraba en la escuesta del Gartner Group. Un 48% de los usuarios dicen no tener ni idea, mientras que el 52% restante se reparte en cookies, 30%, sites en general, 24%, los proveedores de acceso a Internet 24%, de los concursos, 23%, y de los newsgroups, 14%.

“¿Qué haces con los e-mails comerciales?”, decía otra de las preguntas a la que 44% respondió que se suele quejar a alguien; de éstos, un 64% prefiere enviar un mensaje al origen del spam; un 53% a su proveedor de acceso; un 34% al proveedor del spammer; un 24% a la campaña beneficiada por el spam; un 10% a amigos o conocidos, y un 10% al gobierno.

El origen del spamming varía mucho, igual que las soluciones para evitarlo, pero la mayor parte de las personas que ven su buzón invadido por estos mensajes comerciales no autorizados odia esta práctica, un 63% concretamente.

De cara al futuro, las previsiones de esta consultoría no son nada alentadoras ya que con el auge del comercio electrónico y de las actividades comerciales en Internet, el Gartner Group prevé un aumento considerable de este tipo de prácticas.