De seguir de esta manera, no sólo perderán los consumidores, sino también los
fabricantes de DVDs, debido a las millonarias inversiones que tendrán que realizar para
mantenerse a la altura de los cambios tecnológicos de un formato que podría arruinar
definitivamente a muchos.
Una de las variantes que menos ha gustado es la de Divx, la versión de pagar por ver
de DVD desarrollada por Circuit City y una firma de entretenimientos. PolkVerity, una
empresa de investigación centrada en electrónica de consumo, se encontró con un gran
porcentaje de consumidores confundidos que todavía recuerdan las guerras entre VHS y
Betamax a la llegada de los reproductores de video. Los consumidores están resentidos y
podrían no apoyar al Divx. En una encuesta, el 54% afirmó estar disgustados cuando
supieron que se habían creado varios formatos diferentes de DVD y que algunos serían
incompatibles. El 44% se no sentía en absoluto tentados por la idea de comprar ninguno de
los dos.
El Divx funciona permitiendo un número infinito de visualizaciones durante las
primeras 48 horas, momento en el cual el usuario debe comprar otras 48 horas por 3.25
dólares. Esto se consigue conectando al usuario a una línea telefónica y usando una
tarjeta de crédito.