Los internautas se están armando. Ya no se trata sólo de protestar de forma
testimonial contra Telefónica por la subida de tarifas metropolitanas; ahora pretenden
pasar a la acción directa. Por los nodos de la red, en los newsgroups y listas de
distribución que agrupan a los cibernautas más avezados, se están haciendo llamamientos
a la guerra santa contra la compañía de Juan Villalonga. Y en los mismos lugares se
están repartiendo las armas para la lucha: programas informáticos diseñados para
bombardear con llamadas y peticiones de respuesta las centrales y servidores web de la
compañía, con la finalidad de echarlos abajo por sobrecarga. El día D sigue siendo el 3
de septiembre.
Al principio se trataba tan sólo de descolgar los teléfonos, con el objetivo de
saturar las centrales telefónicas para bloquearlas. Este tipo de ataque no es viable, sin
embargo, ya que las máquinas de Telefónica disponen de mecanismos de seguridad que
desconectan una línea descolgada a los 20 segundos, evitando la saturación. Pero esa
salvaguarda puede ser eliminada a su vez mediante el uso de un simple programa
informático llamado TLFDESCW.EXE que, instalado en un ordenador con módem, se dedicará
a descolgar y colgar la línea cada minuto, manteniéndola abierta. Pero sin gasto alguno
para el usuario, ya que no hay llamada. Si el programa fuese instalado en muchos
ordenadores y activado simultáneamente, algunas centrales podrían venirse abajo por
saturación.
Pero este no es el único regalito que el sector más radical de la comunidad
internáutica española está preparando. Otro programa, llamado JodeT (sic), ha sido
diseñado para repetir una y otra vez llamadas a las líneas gratuitas de Telefónica,
como el 1004 y las líneas 900 de información. Este software simplemente marca el número
deseado una y otra vez, y desconecta cuando se descuelga.
El último es quizá el más sofisticado. Se trata de usar una técnica clásica entre
los hackers, conocida como Ping Flood, contra los servidores web de Telefónica. Un
programa, llamado PortFuck, inunda de llamadas ping al blanco. Un ping es una petición de
respuesta automática , que se usa para comprobar el estado de la línea entre emisor y
receptor; bombardear masivamente con pings un servidor puede provocar su colapso. El
primer ataque estaba previsto para el pasado domingo a las 22.00h. Fuentes de Telefónica
no pudieron confirmar ningún ataque.
En cualquier caso, la protesta se extiende: los llamamientos a la huelga aparecen en
múltiples newsgroups. Quizá el día 3 de septiembre Telefónica se encuentre con más de
lo que se espera.
La sombra de la ciberguerra
El tipo de ataques que la comunidad underground de Internet propone contra Telefónica
son una versión light de la verdadera pesadilla del Pentágono. En los círculos de la
defensa estadounidense se estudia cuidadosamente la emergencia de la InfoWar (guerra de la
información) como una seria amenaza, especialmente debido al alto nivel de
informatización de la sociedad estadounidense. En teoría es posible atacar a distancia
los sistemas de control informático de aeropuertos, redes de distribución eléctrica o
de telecomunicaciones a través de las redes cibernéticas utilizando programas
específicos.
Este tipo de ataques podrían, por ejemplo, desconectar el sistema de control de
tráfico aéreo de una ciudad, o dejar sin luz o incomunicada a un área de tal forma que
resulte enormemente difícil no ya impedirlo, sino tan sólo identificar al atacante. Por
eso el ejército estadounidense ha montado ya varias agencias de estudio que se dedican a
analizar esta nueva forma de guerra electrónica, con el fin de desarrollar defensas
contra ella. Y no sólo defensas: el adelanto tecnológico estadounidense en el área
podría ser utilizado también en la ofensiva por los EE UU, permitiendo por ejemplo
forzar a un país a hacer su voluntad sin derramamiento de sangre. Al menos de sangre
propia.