Consumidores y fabricantes de hardware han respirado tranquilos al conocer que la nueva
familia de procesadores de Intel, Pentium III, no exigirá el cambio extra de las placas
base de sus ordenadores. Con el antecedente del paso de la familia Pentium a Pentium II,
que exige el cambio de placa por incompatibilidades de arquitectura, muchos usuarios se
temían que la llegada de la nueva línea de micros conllevara cambios similares."Los precedentes no podían ser peores. La polémica surgida con la llegada de los
Pentium II disparó las acusaciones contra Intel, y muchos pusieron de manifiesto que su
actuación era un monopolio de facto", comenta Jay Milland, un analista de mercado.
Fabricantes del hardware de las placas base han asegurado que el paso de un procesador
Pentium II al nuevo Pentium III, puede ser tan sencillo como insertar el nuevo micro y
realizar unos cuantos cambios en la BIOS (algo así como el corazón del ordenador que
almacena los datos básicos, iniciales y fundamentales para funcionar), aunque el proceso
estará supeditado a cada caso concreto.
Esta nueva gama de procesadores, que saldrá al mercado a lo largo del presente año,
contendrá un juego de 70 nuevas instrucciones multimedia, además de, y esta es su
principal novedad, trabajar con un bus a 100 Mhz para comunicarse con dispositivos
externos
Intel ha confirmado que el Pentium III utilizará el actual chipset BX. Los fabricantes
de ordenadores han acogido con satisfacción la noticia, ya que de otro modo, el nuevo
procesador requeriría un profundo cambio en la línea de sus productos y en la
fabricación.