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Sombas
de sospechaDe nuevo podemos ver trabajando de Melanie Griffith, esta vez junto a Tom Berenger. Y no sólo ella estaba perdida, su director, el mítico Randal Kleiser (El lago Azul y Grease) vuelve al cine comercial tras su desapercibido It's my party, y lo hace con este thriller psicológico y político que de nuevo explota los escándalos sexuales de Bill Clinton. Con un guión bastante chapuzero , el director ha logrado una película medianamente entretenida con un recorrido por el fastuosismo de Los Ángeles y con momentos realmente brillantes salpicado con dos escenas erótico sexuales ,no de sus protagonistas, sino de sus secundarios, Nina Foch y el prometedor Wade Dominguez. La película es una ejercicio de esteticismo más que otra cosa, pero no aburre. /SE PUEDE VER |
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