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Guía de Cine en Casa

Guía de Cine en Casa
  1. Elementos de un equipo de cine en casa
  2. Elección del dispositivo de visualización
  3. Elección de la fuente de vídeo
  4. Elección de la electrónica de procesado y amplificación
  5. Elección de los altavoces
  6. Tipos de cables y modos de conexión
  7. Acústica y colocación de altavoces, oyente y otros elementos
  8. Decoración e iluminación

Publicado en Julio 2007

 

2. ELECCIÓN DEL DISPOSITIVO DE VISUALIZACIÓN ADECUADO A NUESTRAS NECESIDADES

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PROYECTORES CRT (TUBOS DE RAYOS CATÓDICOS)

Hasta hace sólo unos pocos años, todos los proyectores para Cine en Casa estaban basados en tubos de rayos catódicos (CRT), que es el mismo tubo de cristal que se puede encontrar en las TV convencionales. Realmente hay tres pequeños CRTs (uno por cada color primario: rojo, verde y azul) que, ayudados de una lente óptica, se proyecta una imagen a color en una pantalla de una habitación oscurecida. Su tamaño puede ser entre 6'' y 9'', siendo estos últimos los que forman parte de los mejores proyectores.

 

Ventajas proyectores CRT

  • Con la circuitería de procesado de vídeo adecuada y la combinación de CRT y la lente, se proyector puede producir excelentes imágenes de alta resolución.
Barco Reality 909

300 lúmenes ANSI y 1250 de pico. Capaz de mostrar imágenes equivalentes a 3,200 x 2,560, tubos de 9'', óptica reemplazable, refrigeración líquida... El control de ajuste de convergencias y enfoque se realiza mediante un complejo algoritmo que funciona de manera automática, simplificando mucho la vida al usuario.

  • La imagen de un proyector CRT es explorada por un haces de electrones, como en una televisión normal. Esto significa que un proyector CRT no está limitado a una matriz fija de píxeles, como es el caso de los otros tipos, los proyectores LCD y DLP. Esto hace que los CRT sean la mejor opción en lo que concierne a flexibilidad para mostrar diferentes resoluciones de pantalla.
     
  • Además, los proyectores CRT son únicos capaces de producir verdaderos negros profundos de entre todos los tipos de proyectores, así como toda la gama completa de colores, siendo así los que proyectan las imágenes más fieles y precisas.
     
  • Otra ventaja es que se caracterizan por su larga vida, la imagen no comienza a degradarse hasta pasadas 20.000 horas antes del reemplazo de los tubos. Los proyectores LCD y DLP llevan en su interior una lámpara que ha de ser reemplazada cada 1.000 y 4.000 horas (las de algunos proyectores duran un poco más) para mantener un contraste y brillo óptimos, lo cual supone un gasto extra en todos los reemplazos de lámpara. Sin mencionar que los LCD y DLP en cierto modo nos obligan a cambiarles la lámpara, dado que deja de proyectar en cuanto detecta que la lámpara está gastada, mientras que los CRT siguen ofreciendo imagen aunque los tubos estén comenzándose a gastar.
     
  • Y finalmente, otro punto a favor es que los proyectores LCD y DLP requieren estar conectados permanentemente a la corriente eléctrica, ya que emplean un ventilador que enfría la lámpara y otros elementos del proyector que sigue en funcionamiento incluso unos minutos después de haberlos desconectado, para asegurarse que incluso después siguen bien refrigerados. En caso que haya una caída del suministro eléctrico o los desconectemos de manera inadecuada, puede quemarse o deteriorarse la lámpara y las matrices LCD o DLP, teniendo que ser reemplazadas en un servicio técnico. Esto no ocurre con los proyectores CRT, que necesitan menos refrigeración y, cuando se desconectan, esto incluye también a la ventilación, por lo que no se pueden averiar si se va la luz súbitamente.
Sony VPH-G90U

Capaz de mostrar imágenes equivalentes a 2560x1600 píxeles. Tubos de 9'', ajuste de convergencias y enfoque automático. 350 lúmenes ANSI de brillo, 110 Kg de peso

Inconvenientes proyectores CRT

  • Para poder aprovechar todo el ancho de banda de los mejores proyectores de tres cañones, es necesario añadir duplicadores, cuadruplicadores e interpoladores de líneas para introducir nuevas líneas de exploración y obtener imágenes más nítidas y fieles (equivale a escalar una imagen interpolando en el mund digital). No hemos hablado de ellos, dado que los proyectores CRT están cayendo en desuso y, junto con ellos, los duplicadores y cuadruplicadores, pero se podrían escribir páginas enteras sobre ellos. De todas formas, es imprescindible combinar un proyector CRT de alta gama con uno de esos sistemas para aprovecharlo al máximo. Hace unos años, un buen cuadruplicador y un buen interpolador, costaban, respectivamente, 20.000 y 25.000 euros.
     
  • No todo iba a ser tan perfecto. En comparación con los proyectores LCD y DLP, los proyectores CRT son realmente voluminosos y pesados. Los de más alta gama exceden los 80 y 100 Kg de peso, lo que los hace totalmente no transportables, reservándolos únicamente a instalaciones fijas. Además, el consumo de los modelos más altos de gama es espectacularmente alto, rondando los 800W.
     
  • Los proyectores CRT no ofrecen tanto brillo como los LCD o DLP y requieren una oscuridad totalmente absoluta y, recomendablemente, una sala pintada de negro, para los mejores resultados.
     
  • Tienen que ser meticulosamente ajustados para ofrecer la mejor calidad de imagen. Los tres tubos o "cañones" (rojo, verde y azul) necesitan ser correctamente alineados de tal modo que los colores se mezclen de manera idónea. La cantidad de ajustes de trapecio, convergencia, enfoque... de los primeros modelos asustaban a más de uno (a pesar que todo el proceso se seguía siguiendo indicaciones de un menú en pantalla OSD), siendo necesario, incluso, abrir el proyector destornillador en mano para alinear los tubos rojos y azul respecto al verde, que se empleaba de referencia por estar colocado en el centro. No obstante, los últimos modelos realizan estos ajustes ayudados por procesos automáticos, lo que simplifica bastante todo.
     
  • El peor inconveniente es que si uno de los tubos falla y se estropea necesitan ser reemplazados los tres, con el fin de ofrecer un balance correcto de brillo y color. Esto supone un gran gastos.
     
  • Un proyector de vídeo CRT es realmente caro, de un precio nunca menor a unos 15.000-20.000€. Además, son caros de fabricar, mucho menos que un competidor LCD o DLP. Actualmente (Julio 2007) están prácticamente fuera de producción, siendo muy codiciados en el mundo de la venta de segunda mano, ya que, como hemos dicho antes, son los que mejor calidad de imagen poseen y los únicos capaces de mostrar negros realmente profundos.
     
 

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